El Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos incluyó hoy a Ghazi Nasr al-Din en su lista de sospechosos de terrorismo, debido a su presunta colaboración con donantes del grupo islamista libanés Hezbolá.

Según un comunicado del FBI en Miami, las autoridades federales buscan dar con el paradero de Ghazi Nasr al-Din, un libanés con pasaporte venezolano que perteneció al cuerpo diplomático de este país desde el año 2006, y que habla árabe y español.

Las autoridades federales informaron que al-Din es sospechoso de actuar como recaudador de fondos para Hezbolá, un grupo paramilitar identificado como organización terrorista por Estados Unidos y otros países occidentales.

En 2008, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos señaló a Ghazi Nasr al-Din como un partidario de Hezbolá establecido en Venezuela que hacía uso de su condición de alto diplomático del país sudamericano para proveer apoyo financiero al grupo terrorista.

"Es extremadamente inquietante ver al Gobierno de Venezuela emplear y proporcionar amparo a un facilitador y donante de Hezbolá", señaló en aquel entonces Adam J. Szubin, director de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro (OFAC).

De acuerdo a este organismo, al-Din ejerció como funcionario diplomático en la embajada de Venezuela en Siria y luego fue designado como director de Asuntos Políticos en la Embajada de Venezuela en Líbano.

La OFAC mencionó que el sospechoso brindó información bancaria a donantes de Hezbolá para que el dinero fuera directamente a este grupo terrorista, y que también facilitó el viaje a Caracas de miembros de esta organización.

Un reportaje del periódico El Nuevo Herald de Miami señaló que, según una fuente de Inteligencia de Caracas, durante su época como funcionario diplomático al-Din mantenía un "contacto directo" con el actual presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien en aquellos años ejercía de Canciller.

La actividad de Ghazi Nasr al-Din en Venezuela, en donde se concentra una fuerte colonia de descendientes de libaneses y sirios, va en concordancia con el descubrimiento de las autoridades estadounidenses sobre la larga acción de Hezbolá en Latinoamérica, en especial en temas de financiación.