Ucrania y los separatistas prorrusos acordaron un alto el fuego y un mecanismo para su supervisión en el conflicto en el este del país, en las negociaciones celebradas anoche en Minsk con mediación de la OSCE y de Rusia, informó la agencia rusa TASS.

Las partes también aceptaron la retirada del armamento pesado y abordaron el estatus de las regiones de Donetsk y Lugansk -sublevadas contra el Gobierno de Kiev-, así como la celebración de elecciones locales en las zonas rebeldes, según detallaron fuentes que pidieron el anonimato citadas por TASS.

Las consultas comenzaron con varias horas de retraso debido a la lluvia de misiles que se abatió ayer sobre la ciudad de Kramatorsk, en la región de Donetsk, que causó quince muertos según los últimos datos.

Las consultas entre los representantes de Kiev, los separatistas prorrusos y los mediadores de Rusia y de la OSCE, el llamado Grupo de Contacto, se consideran clave de cara a la cumbre de mañana entre Ucrania, Rusia, Alemania y Francia.

El expresidente de Ucrania Leonid Kuchmá, el embajador ruso ante Kiev, Mijaíl Zurábov, y la representante de la OSCE, Heidi Tagliavini, no hicieron ninguna declaración a los periodistas que aguardaban a las puertas de la Casa de Recepciones de la Cancillería bielorrusa, pese a las temperaturas gélidas.

La sombra del último bombardeo de Kramatorsk, un antiguo bastión de los rebeldes prorrusos tomado por el Ejército ucraniano a mediados de 2014, planeó sobre las negociaciones, como constatación de que los dos bandos enfrentados en el este de Ucrania tratan de avanzar lo más posible en sus posiciones sobre el terreno.

El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, acusó a los rebeldes de atacar la sede del Estado Mayor de las fuerzas gubernamentales en Kramatorsk.