Italia celebrará mañana la primera audiencia del "proceso Cóndor", con el que se pretende esclarecer el asesinato de una veintena de italianos en la operación homónima en América Latina durante las décadas de 1970 y 1980.

La vista tendrá lugar en el aula búnker de la prisión romana de Rebibbia a las 9.00 horas locales (8.00 GMT) y estará presidida por la jueza Evelina Canale y por su colega Paolo Colella.

La acusación recae en el fiscal Giancarlo Capaldo, que lleva más de una década investigando la desaparición y muerte de estas personas de orígenes y nacionalidad italiana.

Los imputados son 32 antiguos miembros de las Juntas Militares de Bolivia (1), Chile (11), Perú (4) y Uruguay (16).

El procurador explicó que estima que el proceso tenga una duración aproximada de un año y que todos los imputados han declinado comparecer ante la Justicia italiana, ni personalmente ni mediante videoconferencia.

En concreto, los uruguayos son Jorge Alberto Silveira, Ernesto Avelino Ramas, Ricardo José Medina, Gilberto Valentín Vasquez Bisio, Luis Alfredo Maurente, José Felipe Sande, José Horacio Gavazzo, José Rica Arab, Juan Carlos Larcebeau, Gregorio Conrado Álvarez y Ernesto Soca.

También Juan Carlos Blanco; el teniente Ricardo Eliseo Chávez Domínguez; el general Iván Paulós, Pedro Antonio Mato Narbondo y Jorge Néstor Troccoli.

Este último, acusado de participar en el asesinato de seis personas, es el único que actualmente reside en Italia, país en el que cuenta con la nacionalidad desde el 2002 y al que llegó cuando la Justicia uruguaya trataba de procesarle en 2007.

En la actualidad vive en libertad en la localidad salernitana de Marina de Camerota (sur) y durante el proceso estará representado por el abogado Francesco Saverio Guzzo.

Por otro lado, el único boliviano es el exministro de Interior Luis Arce Gómez mientras que el expresidente Luis García Meza sigue imputado aunque no ha sido enviado a juicio dado que el tribunal romano no ha recibido respuesta a sus notificaciones.

Los chilenos son Juan Manuel Guillermo Sepúlveda Contreras, jefe de la DINA (aparato represor de Pinochet); Daniel Aguirre Mora, exprefecto de la Policía; y el militar Sergio Víctor Arellano Stark.

Además los también chilenos Pedro Octavio Espinoza Bravo (brigadier); el expolicía Carlos Luco Astroza; el coronel Marcelo Luis Moren Brito, el suboficial Orlando Moreno Vásquez y el coronel Hernán Jerónimo Ramírez; el coronel Rafael Francisco Ahumada Valderrama, el excomandante Luis Joaquín Ramírez Pineda y el brigadier Manuel Vásquez Chahuan.

Los peruanos son el expresidente Francisco Morales Bermúdez, el coronel Martín Martínez Garay y los generales Germán Ruiz Figueroa y Pedro Richter Prada.

El procurador Capaldo explicó que el cargo que se les imputa es el de homicidio agravado, un delito por el que -aclaró- Italia podría pedir incluso la cadena perpetua.

"En caso de que sean declarados culpables por la Justicia italiana después había que aplicar la condena. En ese caso el Estado italiano solicitaría la extradición", consideró.

Sin embargo, el fiscal dijo que la importancia de este proceso, más que por la condena -"un poco difícil de imaginar"- es que servirá "para aclarar las responsabilidades de este sistema que funcionó en América Latina".

La Operación Cóndor fue un plan ideado por el general chileno Augusto Pinochet y que coordinó la represión de la oposición política en las décadas de 1970 y 1980 por parte, sobre todo, de los regímenes dictatoriales de Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia.