Deng Liqun, el que fuera jefe de la Propaganda china y uno de los críticos más vehementes de las reformas de Deng Xiaoping, ha fallecido a los 100 años de edad, según informa la agencia oficial Xinhua.

El medio chino dedica hoy a Deng (1915-2015) un homenaje en el que le califica de "guerrero comunista fiel" y asegura que el centenario exlíder murió el martes de "una enfermedad incurable".

Apodado "pequeño Deng" para distinguirle de Deng Xiaoping, jugó un rol importante en la purga de intelectuales liberales en la década de 1980, y se alzó como unas de las voces conservadoras más poderosas contra el precursor del proceso de reforma económica que entonces abrió a China al mercado internacional.

Teórico del ala más extrema del marxismo, el "pequeño Deng" también fue el principal artífice de las campañas contra la espiritualidad y la burguesía de 1983 y 1987, respectivamente.

Su vida política vivió un frenazo irreversible en 1992, cuando no fue elegido como subdirector del Congreso del Partido Comunista, y ese mismo cónclave decidió disolver la Comisión Central Consultora ultraconservadora a la que pertenecía, lo que supuso su jubilación definitiva.

No obstante, continuó hasta su muerte criticando abiertamente, en ocasiones a través de cartas públicas, las políticas a favor de la economía de mercado de los sucesivos Gobiernos de la potencia asiática.

Actualmente, el cargo de jefe de la Propaganda recae en Liu Yunshan, miembro del Comité Permanente del Partido Comunista (PCCh), el órgano de más poder del Gobierno, quien desde su nombramiento hace dos años ha aumentado la persecución a periodistas e intelectuales que se desmarquen de las directrices de la formación.