El archipiélago portugués de Madeira se prepara para las elecciones de mañana domingo, que inevitablemente marcarán una nueva era en la región tras la marcha de Alberto Joao Jardim, su presidente desde 1978.

La dimisión voluntaria a los 72 años de Jardim, que obligó al adelanto de los comicios -previstos inicialmente para octubre-, abre un escenario político desconocido para los 268.000 madeirenses y su salida ha sido uno de los temas centrales de la campaña electoral.

Su partido, el Social Demócrata (PSD, centro derecha), es el claro favorito en los sondeos pese al cambio de líder, y una encuesta publicada esta semana le otorgaba el 49 % de los votos, lo que le garantizaría la mayoría absoluta.

Madeira es uno de los tradicionales feudos de la formación "naranja", ya que en las diez elecciones regionales celebradas desde la llegada de la democracia, siempre ha conseguido la victoria.

El sucesor de Jardim es Miguel Albuquerque, de 53 años, quien fue alcalde de la capital, Funchal, entre 1994 y 2013, y cuyo lema de campaña se resume en una única palabra: "renovación".

Albuquerque llegó a enfrentarse en 2012 a su antecesor como líder de los socialdemócratas madeireneses en unos reñidos comicios internos que perdió por poco -apenas 142 papeletas- y entre acusaciones de "traición".

De esa derrota se vengó en diciembre de 2014, al imponerse al candidato amparado por el dimisionario Jardim.

Su objetivo en las últimas semanas ha sido alejarse de la imagen del todavía presidente en funciones, quien ni siquiera llegó a participar en ningún mitin pero ejerció su cargo hasta el último día con la inauguración de una nueva terminal de pasajeros en el Puerto de Funchal.

Una de las propuestas "estrella" de Albuquerque es la de privatizar el "Jornal de Madeira", el principal periódico de la región, al que la oposición en pleno considera un instrumento de propaganda de Alberto Joao Jardim y que recibió cuantiosas subvenciones durante los últimos años.

"Mi trabajo está hecho. Yo me voy a mis cosas y el PSD que se apañe", dijo Jardim -conocido por su carácter díscolo y polémico- en sus últimas declaraciones como presidente, convertido ya en el político con más años en el cargo en la historia reciente de Portugal, superando incluso al dictador António Oliveira Salazar.

Otra de las grandes ausencias en esta campaña ha sido la del primer ministro y presidente del PSD a nivel nacional, Pedro Passos Coelho, mientras que el resto de partidos sí ha intentado aprovechar el tirón electoral de sus líderes a nivel nacional.

Los socialistas, que encabezan la oposición en Portugal, se presentan en Madeira en coalición con otras tres formaciones con presencia en el Parlamento regional con el objetivo de mejorar sus resultados, ya que en los comicios de 2011 sólo lograron 6 de los 47 diputados en liza.

La segunda fuerza más votada entonces fue el democristiano CDS-PP, que logró nueve escaños y pretende repetir su actuación de entonces.

En Portugal sólo existen dos regiones autónomas con Parlamento propio, los archipiélagos de Madeira y Azores, y en ambos casos sus resultados electorales no son considerados extrapolables a las nacionales.

De hecho, el país es gobernado hoy por una coalición entre el PSD y el CDS-PP, que sin embargo en los comicios de mañana en Madeira se presentan por separado.

La región de Madeira está compuesta por cuatro islas y se encuentra situada a 978 kilómetros al sudoeste de Lisboa, en el Océano Atlántico, y a 700 de la costa africana.

Su exuberante riqueza natural la ha convertido en un destino turístico de primer orden y el sector servicios representa más del 80 por ciento de su economía.