Las elecciones presidenciales celebradas este domingo en Uzbekistán "no dejaron espacio para oposición" y por tanto "no hubo competencia", denunció hoy la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).

"Hemos visto que las elecciones se celebraron en un espacio controlado, sin lugar para la oposición, y con la presencia predominante del actual presidente (Islam) Karímov. En esencia, no hubo competencia", dijo en Taskent la jefa de la misión de observadores de la OSCE para esos comicios, Tana de Zulueta.

Más de doce horas tras el cierre de los colegios electorales, la Comisión Electoral Central (CEC) de Uzbekistán aún no ha ofrecido los resultados preliminares de la jornada electoral, en la que participó, según datos oficiales, el 91,01 por ciento del censo.

La autoridad electoral uzbeka anunció que informará esta tarde de los resultados preliminares.

Mientras, de Zulueta subrayó que la valoración final del proceso electoral dependerá del recuento y el anuncio de los resultados de la jornada, al igual que de la atención que preste la CEC a las quejas y denuncias que le lleguen estos días.

Además de Karímov -de 77 años y en el poder desde hace más de un cuarto de siglo- concurrieron a los comicios otros tres candidatos: Jatmayon Ketmónov, del Partido Popular Democrático; Akmal Saídov, del Partido Nacional Democrático, y Narimóm Umárov, del Partido Socialdemócrata.

Las de este domingo son las cuartas presidenciales a las que concurre el líder uzbeko, un antiguo comunista que en 1991 obtuvo el 87,1 por ciento de los votos, en 2000, el 95 por ciento, y en 2007, el 90,77.

El presidente uzbeko, musulmán suní, es un férreo defensor del carácter laico del Estado, y se considera un luchador irreductible contra el integrismo islámico.