El rey Felipe de Bélgica quiere seguir colaborando con su hermano, el príncipe Lorenzo, pese a sus duras críticas al entorno familiar, que asegura que ha saboteado sus actividades profesionales, según ha informado la Casa Real.

El príncipe Lorenzo criticó ayer duramente a su hermano, su padre, Alberto II, y su tío, el rey Balduino, con el que asegura que comenzó el rechazo familiar que ha experimentado, y los comparó con el Ministerio de Seguridad del Estado (MfS) de la República Democrática Alemana (RDA), más conocido como Stasi.

La Casa Real reconoce que las críticas de Lorenzo fueron "una sorpresa" para el rey Felipe, pese a lo cual el monarca "quiere seguir trabajando con él", asegura en unas declaraciones que publica hoy el diario francófono "Le Soir".

"Su misión no va a cambiar", añade, al tiempo que deplora estas declaraciones de Lorenzo y asegura que se hacen esfuerzos para integrar al príncipe, que ha sido el "enfant terrible" de la familia real belga y ha protagonizado sonados escándalos en el país.

Fuentes cercanas a Palacio, que citan este medio, sostienen que mientras Lorenzo estaba completamente apartado durante el reinado de Alberto II, ahora con el rey Felipe puede representar al monarca y ejercer como embajador especial de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Lorenzo, de 51 años, casado y con tres hijos, se ha visto involucrado en varios escándalos e incluso la misma Casa Real belga evitó que asistiera a los actos oficiales de la fiesta nacional en 2011 y el Parlamento le advirtió de que podía retirarle la dotación que le corresponde como miembro de la familia real.