La reina Isabel II de Inglaterra presidió hoy en Londres el homenaje a los caídos en el desembarco de Galípoli (Turquía) durante la Primera Guerra Mundial, la misión militar en la que participaron también tropas francesas, australianas y neozelandesas.

La reina, acompañada por su marido, el duque de Edimburgo, y su nieto, el príncipe Guillermo, encabezó la ceremonia en el cenotafio de Londres, ubicado en la zona gubernamental de la capital y que recuerda a los caídos en distintos conflictos bélicos.

Vestida de luto riguroso, la soberana depositó una ofrenda de amapolas minutos después de que los congregados, entre ellos políticos y militares, hicieran -a las 10.00 GMT- un minuto de silencio en honor de los caídos en combate, estimados en 131.000 en las filas aliadas.

Además de Isabel II, depositaron ofrendas de amapolas el primer ministro británico, David Cameron; el viceprimer ministro, Nick Clegg, y el líder de la oposición laborista, Nick Clegg.

Entre los asistentes también figuraron descendientes de los británicos que participaron en Galípoli (también conocida como la batalla de los Dardanelos) así como representantes de los países implicados en la campaña militar.

Los políticos interrumpieron la campaña electoral para los comicios del 7 de mayo a fin de asistir a este homenaje.

El príncipe Carlos, heredero de la corona británico, no estuvo presente al haber viajado a Turquía para participar allí en los homenajes programados por el desembarco de Galípoli.

En cambio, el príncipe Guillermo, duque de Cambridge y segundo en la línea de sucesión a la corona británica, acompañó a la reina mientras espera el pronto nacimiento de su segundo hijo.

Además de miles de muertos, otras decenas de miles resultaron heridos en la batalla de las tropas aliadas en Galípoli, en el estrecho de Dardanelos, donde desembarcaron el 25 de abril de 1915 y tuvieron que retirarse a finales del año.