Al menos 220 soldados rusos han muerto en combate en el este de Ucrania, según un informe presentado hoy en base a datos recogidos por el ex viceprimer ministro y dirigente opositor ruso Borís Nemtsov, asesinado a tiros el 27 de febrero de este año en las proximidades del Kremlin.

"Queremos contarle la verdad al pueblo ruso, a esa mayoría que apoya al presidente (Vladímir) Putin. Este informe prueba que la dirección de nuestro país es culpable de un crimen que ha arrojado víctimas ucranianas y rusas", dijo Iliá Yashin, correligionario de Nemtsov en el Partido Republicano de Rusia.

El documento, titulado "Putin. Guerra", reúne testimonios de familiares de soldados rusos muertos en combate, militares rusos detenidos en territorio ucraniano y otros que revelaron información desde el anonimato, además de funcionarios y cargos públicos de Moscú que también hablaron con Nemtsov.

Según el informe, con una tirada inicial de 2.000 ejemplares, al menos 150 soldados rusos murieron en agosto de 2014 durante la ofensiva de las tropas ucranianas que fue detenida por las tropas rusas junto a la ciudad de Ilovaisk, en la región de Donetsk.

La investigación añade que los familiares de los soldados rusos muertos en la batalla de Ilovaisk recibieron una compensación de 2 millones de rublos, unos 40.000 dólares al actual tipo de cambio, y tuvieron que firmar una cláusula de confidencialidad.

Cerca de 70 soldados rusos, entre ellos 17 paracaidistas, murieron en enero y febrero de este año en los combates junto a la ciudad de Debáltsevo, de acuerdo con los datos de Nemtsov, quien aseguró que representantes de las familias de los caídos se reunieron con él para que les ayudase a recibir las compensaciones.

Aunque los autores del informe admitieron que no fue posible reunir pruebas contundentes sobre armamento ruso en manos de los sublevados, sí observaron algunas pruebas circunstanciales que demostrarían este hecho.

"Los separatistas reconocen en los acuerdos de Minsk que tienen sistemas lanzamisiles ''Tornado S'', fabricados en Rusia y que nunca han sido exportados, lo que prueba que las milicias luchan con armamento ruso", subrayó Yashin.

Según el economista Serguéi Alexáshenko, coautor del informe, en sólo diez meses Rusia gastó más de 53.000 millones de rublos (poco más de 1.000 millones de dólares) en la guerra en el este de Ucrania.

Además, desde julio de 2014 Moscú ha gastado unos 80.000 millones de rublos (unos 1.600 millones de dólares) en ayudas a los centenares de miles de ucranianos que se han refugiado en Rusia.

De acuerdo con los cálculos de Alexáshenko, desde la anexión de Crimea, en marzo de 2014, y las sanciones occidentales que le siguieron, los rusos han perdido 2 billones de rublos (unos 40.000 millones de dólares) en salarios y otros 750.000 millones de rublos (unos 15.000 millones de dólares) en ahorros.

El informe fue redactado por un grupo de correligionarios de Nemtsov, entre ellos el ex viceprimer ministro Alfred Koj, los periodistas Aider Muzhdabáyev y Oleg Kashin, y el diputado Iliá Yashin.