El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, acusó hoy a las autoridades ucranianas de amenazar constantemente los Acuerdos de Minsk para el este de Ucrania, un día después de que se reanudaran los combates entre las fuerzas de Kiev y los separatistas prorrusos.

"Los acuerdos de Minsk se encuentran bajo una amenaza constante de ruptura por la actuación de las autoridades de Kiev, que intentan obviar su obligación para establecer un diálogo directo con el Donbass", dijo Lavrov durante la conferencia de seguridad regional de la Organización de Cooperación de Shanghái.

El jefe de la cancillería rusa responsabilizó a Kiev de querer "someter a su voluntad el destino de pueblos enteros", en alusión a los rusos étnicos que habitan las rebeldes regiones de Donetsk y Lugansk, y provocar con ello "una grave crisis interior" en el país.

Cinco soldados ucranianos murieron y otros 39 resultaron heridos en los combates de este lunes entre las fuerzas gubernamentales y las milicias separatistas prorrusas, según el consejero de la Presidencia de Ucrania, Yuri Biriukov.

Por su parte, las autoridades municipales de Donetsk, principal bastión de los rebeldes, informaron de cuatro civiles muertos y otros 36 heridos por el fuego de artillería que sufrió ayer la ciudad.

Kiev acusó a las fuerzas separatistas de lanzar durante la madrugada de ayer una ofensiva a gran escala contra Marinka y Krasnogorovka, localidades situadas a menos de 20 kilómetros al oeste de Donetsk, principal plaza fuerte insurgente.

Esta mañana, tanto las dos localidades citadas como la propia ciudad de Donetsk viven una tensa calma, sin combates desde la pasada medianoche.

Los de este lunes fueron los mayores combates desde que las tropas ucranianas abandonaran a mediados de febrero la estratégica ciudad de Debáltsevo, días después de que entrara en vigor la tregua suscrita en Minsk con mediación rusa, francesa y alemana.

El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, ha acusado a Rusia de instigar a los rebeldes de Donetsk a lanzar una nueva ofensiva tras la nueva ronda de negociaciones de paz celebrada el martes en Minsk.