El jefe de Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder del partido Los Republicanos, Nicolás Sarkozy, han rechazado hoy lo que el expresidente francés ha calificado de "chantaje" del primer ministro griego, Alexis Tsipras, y se han aliado para pedir a la UE iniciativas económicas y frente a la inmigración y el terrorismo.

Rajoy y Sarkozy han presidido en la sede nacional del PP una reunión de dirigentes de ambos partidos para aunar esfuerzos y analizar una serie de asuntos que consideran de relevancia capital para la UE.

Para ello, han decidido crear tres grupos de trabajo entre ambos partidos, uno sobre inmigración, otro sobre el futuro de Europa y un tercero para hacer frente al terrorismo.

Pero la reunión ha estado marcada por la situación provocada por Grecia, a la que se han referido ambos en su comparecencia ante los periodistas subrayando que aún es posible un acuerdo pero dejando claro que el país heleno debe cumplir las normas.

Rajoy ha rechazado la posibilidad de un contagio a España de la situación griega gracias a las reformas que ha ido adoptando el Gobierno en los últimos años, una reflexión que ha sido apuntalada por Sarkozy.

"Mis amigos españoles, observando hoy a Grecia, deben pensar que menos mal que teníamos un Gobierno que realizó en el momento adecuado lo que tenía que hacer", ha subrayado.

Ha sido él quien ha calificado de "chantaje" la actitud de Tsipras, a quien ha acusado de pretender destruir la economía de mercado.

Para él, la cuestión no es cómo salvar a Grecia, sino cómo proteger al Eurogrupo.

Rajoy ha salido al paso de los elogios a Tsipras por parte de Podemos ironizando con que "hay que oír de todo en la vida" y subrayando que eso no es lo que opina "el cien de los gobiernos de la zona euro".

Pero pese a sus críticas, ha hecho hincapié en que Grecia aún tiene de plazo hasta mañana por la noche para llegar a un acuerdo.

En el ámbito de la lucha antiterrorista, Rajoy ha aprovechado para reiterar sus condolencias por la víctima mortal del atentado del pasado viernes cerca de Lyon y ha señalado que España se solidariza "de corazón" con Francia y con sus ciudadanos en la lucha contra el "enemigo común del terrorismo".

Ha recordado en este sentido que Francia y España han sido siempre "aliados cercanos" en esa lucha y especialmente con Sarkozy, con quien Rajoy coincidió cuando ambos eran ministros del Interior de sus respectivos países.

El expresidente francés ha sido crítico con la posición de la coalición internacional contra el terrorismo yihadista al no hacer frente a la toma por el Estado Islámico de la ciudad siria de Palmira.

"La guerra hay que llevarla contra el Estado Islámico, y si hacemos la guerra es para ganarla", ha recalcado.

En cuanto a la lacra de la inmigración ilegal, Rajoy ha insistido en que Europa no puede mirar para otro lado y tiene que tomar decisiones "claras, contundentes y entendibles" para lograr una política común en este ámbito.

Una política que cree que debe tener como base la que está aplicando España y que se sustenta en la cooperación con los países origen y tránsito de la inmigración y firmar con ellos acuerdos de readmisión que disuadan a las mafias.

Por su parte, Sarkozy ha considerado que se trata de un asunto central para Europa, que se necesita un nuevo tratado de Schengen y que las ideas expuestas por Rajoy son las que debe llevar a cabo la UE en este ámbito.

Para él, ya no son aceptables más dramas en el Mediterráneo y debe tenerse en cuenta que ya no hay empleo, vivienda o medios presupuestarios para atender a la avalancha de personas que pretende llegar a los países europeos.

Si Rajoy ha reclamado esfuerzos a la UE para lograr una mayor integración económica y política y conseguir una mayor competitividad, Sarkozy ha dicho que la visión del PP y la de su partido es la misma: lograr una Europa política fuerte.

"Europa necesita a España. Una España unida y una España fuerte", ha proclamado el expresidente galo, quien ha abogado por la adopción en la Eurozona de medidas como la creación de un presidente de la zona euro, crear un fondo monetario europeo y avanzar en una verdadera convergencia de políticas económicas.

Tras su reunión en la sede del PP, Rajoy y Sarkozy se han trasladado a pie hasta una taberna cercana en la que ambos han almorzado.

En un mensaje en su cuenta de Twitter, Rajoy se ha mostrado convencido de que su invitado se iba a llevar "un buen recuerdo" de la gastronomía española.