La renuncia del presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, se encuentra en manos del Congreso del país centroamericano, que deberá avalar o no su dimisión, y en caso de concretarse, nombrar al vicepresidente, Alejandro Maldonado, como nuevo mandatario, según establece la ley guatemalteca.

La Constitución indica que el Congreso, formado por 158 diputados, deberá decidir si acepta o no la renuncia del presidente, y comprobar "la autenticidad" de la carta de dimisión, que según el portavoz de Pérez Molina, Jorge Ortega, ya se encuentra en la sede del Parlamento.

El Organismo Legislativo, presidido por el opositor Luis Rabbé, de la agrupación Libertad Democrática Renovada (Lider), deberá posteriormente "dar posesión" de la Presidencia al ahora vicepresidente Maldonado.

La ley ordena el nombramiento "en caso de ausencia absoluta o temporal" del presidente y, de acuerdo a la misma normativa, Maldonado "desempeñará la Presidencia hasta la terminación del período constitucional".

Pérez Molina tomó posesión el 14 de enero de 2012 y su mandato culminaría el mismo día del próximo año.

El gobernante, elegido por la agrupación Partido Patriota (PP), fue acusado el pasado 21 de agosto por las autoridades guatemaltecas de liderar una millonaria estructura de corrupción en el ente recaudador de impuestos.

El militar retirado perdió su inmunidad el pasado martes en una votación del Congreso, donde 132 diputados presentes votaron por unanimidad la remoción de sus privilegios, tras los cargos denunciados en su contra.

Maldonado fue nombrado vicepresidente del país el pasado 14 de mayo, después de que Roxana Baldetti dimitiera salpicada por el mismo escándalo de corrupción el día 8 del mismo mes.

El abogado se desempeñaba como magistrado de la Corte de Constitucionalidad (CC), máximo tribunal de la nación centroamericana.

Guatemala celebrará elecciones generales el próximo domingo en medio de la mayor crisis institucional de su democracia.