La Fiscalía surcoreana pidió hoy 15 años de cárcel para Kim Ki-jong, el activista que apuñaló en la cara al embajador de EE.UU. en Seúl el pasado marzo, al considerar que tuvo intención de acabar con la vida del diplomático.

"Hubo una clara intención de asesinar, ya que (Kim) tuvo la firme voluntad de perpetrar el ataque y decidió apuñalar con un cuchillo una parte del cuerpo en conexión directa con la vida", argumentó un fiscal durante la sesión del juicio en el Tribunal Central de Seúl, según la agencia Yonhap.

El pasado 5 de marzo Kim Ki-jong, de 55 años, apuñaló en la cara al embajador Mark Lippert con un cuchillo de cocina de 25 centímetros durante un evento en pleno centro de Seúl, produciéndole profundas heridas en la cara y la mano izquierda.

El diplomático de 42 años recibió más de 80 puntos de sutura, aunque se recuperó y regresó al trabajo pocas semanas después.

Kim está acusado de intento de asesinato, violencia contra un enviado extranjero y obstrucción de actividad empresarial, así como de violar la Ley de Seguridad Nacional que prohíbe expresar apoyo al régimen comunista de Corea del Norte.

El fiscal mantuvo que "es inevitable un duro castigo, ya que actuó claramente a raíz de las acusaciones de Corea del Norte".

Previamente al ataque, Pyongyang calificó como un "ensayo de invasión" las maniobras militares que Seúl y Washington se disponían a realizar en territorio surcoreano.

De hecho, en las sesiones previas del juicio el agresor reconoció que atacó a Lippert para detener esas maniobras, aunque aseguró no tener conexión alguna con Corea del Norte.

También declaró estar orgulloso de su acción, aunque aseguró que su intención no era asesinar al embajador.