El Gobierno húngaro declaró hoy el "estado de crisis" en dos provincial meridionales fronterizas con Serbia por la llegada de miles de refugiados en las pasadas semanas.

La medida ha sido anunciada a la prensa en la ciudad de Szeged por el portavoz del Gobierno, Zoltán Kovács, después de una reunión del Consejo de Ministros.

Hungría selló ayer su frontera a los refugiados y sólo tramitará peticiones de asilo a ciudadanos de zonas de conflicto con documentación en los puntos de entrada oficiales y, a partir de hoy, aplicará una draconiana legislación que establece penas de tres años de cárcel por entrar en el país de forma ilegal.