Cientos de refugiados se han agolpado este martes en la frontera entre Serbia y Hungría y han pedido a gritos la apertura de la barrera de metal que ha erigido para aplicar las nuevas medidas de control, con las que el Gobierno aspira a canalizar el flujo migratorio.

"¡Abrid la frontera! ¡Abrid la frontera!", han gritado estas personas, mientras al otro lado de los controles la Policía presenciaba la escena, según un periodista de Reuters.

A partir de este martes, Hungría castigará a los inmigrantes que intenten atravesar la valla con Serbia en lugar de acceder por los puntos autorizados. Las autoridades prevén resolver en cuestión de días e incluso horas las peticiones de asilo y, en caso de rechazo, devolverán a los inmigrantes a territorio serbio.