El presidente de la Oficina federal para la Migración y los Refugiados (Bamf) de Alemania, Manfred Schmidt, ha presentado su dimisión "por razones personales", informó hoy el Ministerio de Interior mientras el país busca soluciones para acoger este año a cientos de miles de solicitantes de asilo.

En un comunicado, el titular de Interior, Thomas de Maizière, señaló que ha aceptado la dimisión y lamentó la pérdida de un colaborador que ha realizado un "excelente" trabajo, aunque la oficina que dirigía había recibido muchas críticas por los retrasos acumulados en la tramitación de las numerosas peticiones.

El Ministerio asumió que la labor que realiza la Bamf está en el punto de mira ante el "drástico" aumento de las cifras de solicitantes de asilo, que plantean "enormes desafíos" al Gobierno federal, a los estados federados y a las administraciones locales.

En este contexto recordó la decisión ya adoptada de aumentar los recursos financieros de la Agencia y también el personal que trabaja en ella, que contará con mil nuevos empleados este año y otros 1.000 el siguiente para evitar el colapso en la tramitación de las solicitudes.

A pesar de las críticas, Interior elogió el trabajo "sensato y prudente" de Schmidt, y su "gran sentido de la responsabilidad y su compromiso" ante la "difícil situación" que afronta la Bamf.

Según las últimas estimaciones del Gobierno alemán, el país recibirá este año más de 800.000 peticiones de asilo, cuatro veces más que en 2014.