La fiscal neozelandesa Christine Gordon acusó hoy al fundador del clausurado portal Megaupload, Kim Dotcom, y a tres de sus socios, de lavar dinero mediante transacciones para adquirir artículos de lujo.

Dotcom, junto a Bram van der Kolk, Mathias Ortmann y Finn Batato, afronta en Nueva Zelanda un juicio de extradición a Estados Unidos, que acusa a los exdirectivos del portal de 13 delitos vinculados a la piratería informática, el crimen organizado y lavado de dinero.

En una nueva vista del juicio, Gordon, que representa al gobierno de EE.UU. describió los movimientos financieros que hacían los acusados entre Nueva Zelanda, Hong Kong y EE.UU. para lavar dinero.

Estas incluyen la compra por parte de Batato en 2009 de un coche de lujo por 82.500 euros (92.970 dólares) como regalo navideño para la madre de Dotcom, que vive en Alemania, o el alquiler de yates por 3,6 millones de dólares (3,2 millones de euros).

La fiscal defendió que si bien Ortmann y van der Kolk se encargaban de las operaciones diarias, Dotcom no podía ignorar las actividades ilegales del portal y citó correos electrónicos en los que el empresario alemán pedía detalles semanales a sus empleados.

"Los contenidos que violaban los derechos de autor no se hubieran escapado de su vista", enfatizó Gordon en declaraciones citadas por la agencia de noticias, la NZME.

La fiscal dijo ayer que los acusados pagaron hasta 3 millones de dólares a usuarios que almacenaban y distribuían archivos pese a saber que su contenido violaba los derechos de autor y de haber recibido requerimientos de las empresas afectadas.

EE.UU. cree que Megaupload, que llegó a tener 50 millones de usuarios, logró un beneficio de unos 175 millones de dólares por supuestamente alojar material ilegal.

El proceso de extradición se ha postergado diez veces desde que Dotcom y sus socios fueran detenidos en enero de 2012 en Nueva Zelanda en un operativo internacional orquestado por el FBI que supuso el cierre de Megaupload, la congelación de sus cuentas y la incautación de sus bienes.

Hasta ahora, de los siete miembros de Megaupload imputados por EEUU solo ha sido condenado el programador estonio, Andrus Nomm, al que le fue impuesto una condena de poco más de un año de cárcel en ese país tras admitir su participación en la violación de los derechos de autor.