La campaña de bombardeos aéreos rusos contra los objetivos del Estado Islámico en Siria ha obligado a los yihadistas en apenas tres días a abandonar sus posiciones y batirse en retirada, según el Estado Mayor del Ejército ruso.

"Los servicios de inteligencia han informado de que los guerrilleros están abandonando los territorios bajo su control. En sus filas cunde el pánico y la deserción. Cerca de 600 mercenarios han abandonado sus posiciones e intentan llegar a Europa", dijo hoy Andréi Kartapólov, subjefe del Estado Mayor.

El general aseguró a la prensa local que desde que se inició este miércoles la intervención militar rusa en Siria la aviación rusa ha efectuado más de sesenta vuelos y destruido más de 50 objetivos del EI.

"En tres días hemos logrado minar la base técnico-militar de los terroristas y también reducir en gran medida su potencial de combate", afirmó.

Kartapólov destacó que los cazas, bombarderos y cazabombarderos rusos "han lanzado ataques las 24 horas del día desde la base aérea de Jmeimim (cerca de Latakia) hasta el mismo interior del territorio de Siria".

"Los ataques de nuestra aviación no solo continuarán, sino que incrementaremos su intensidad", adelantó.

Los bombardeos rusos se limitaron en un principio a la infraestructura terrorista en las provincias de Homs y Hama, y se han ido extendiendo según avanzaba la semana a las de Idleb y Al Raqqa, el principal bastión del EI.

Según informó esta mañana el Ministerio de Defensa, en las últimas 24 horas los cazabombarderos Su-34 y los bombarderos Su-24M "realizaron 20 vuelos contra nueve objetivos terroristas del EI".

Destruyeron un puesto de mando situado en un edificio fortificado y un búnker con explosivos en Al Raqqa; una base yihadista con automóviles utilizados por los terroristas suicidas y un fortín con armamento y munición, estos dos últimos objetivos en Idleb.

El portavoz militar, general Ígor Konashenkov, precisó que los vuelos se llevan a cabo en coordinación con el mando militar sirio -cuyo Ejército cuenta sólo con aparatos soviéticos de los años 70 y 80-, independientemente de las condiciones climatológicas y de la hora del día.

El militar también resaltó que, por el momento, no se ha detectado el uso de baterías antiaéreas por parte de los terroristas contra los aviones rusos.

A su vez, el general Kartapólov insistió en que los objetivos rusos son los centros de mando, arsenales, almacenes de munición y explosivos, fábricas de armas, nudos de comunicación y campos de entrenamiento de los grupos yihadistas.

Estas afirmaciones se contradicen con las informaciones que llegan de manos de la oposición moderada siria, quien ha denunciado la muerte de civiles y de guerrilleros de las milicias rebeldes no yihadistas.

Con todo, el general rechazó las acusaciones de que los aviones rusos hayan atacado las posiciones de los insurgentes opuestos al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, ya que Moscú, por ejemplo, no reconoce como terrorista al Ejército Libre Sirio.

"Los estadounidenses nos comunicaron que en esas regiones (atacadas por Rusia) no hay nadie más que terroristas", indicó.

Además, subrayó que EEUU, en concreto su agregado militar en Bagdad, fue uno de los primeros países en ser advertido sobre los planes rusos.

"Les recomendamos que evacuaran de la región a todos sus instructores y asesores (...) También les aconsejamos que suspendieran los vuelos de los drones en las zonas de acción de nuestros aviones", dijo.

Y subrayó que Rusia está dispuesta a compartir "cualquier información útil sobre las posiciones del EI en Siria e Irak" y lamentó que hasta ahora el Estado Mayor sólo haya recibido datos de iraníes, iraquíes y sirios.

El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, insistió hoy en que el único objetivo de la intervención militar rusa es acabar con los yihadistas y de esa forma defender a su pueblo de la amenaza terrorista.

"Nosotros defendemos al pueblo de Rusia de la amenaza del terrorismo, ya que siempre es mejor hacerlo en el extranjero que dentro de tus propias fronteras. Siria era el país árabe más tranquilo que tuve la oportunidad de ver. Ahora es un volcán", dijo.

Además, también negó que los bombardeos rusos persigan objetivos comerciales, ya que Moscú "carece de intereses económicos globales en Siria" y las ventas de armas a Damasco ascienden apenas a unos cientos de millones de dólares.

El presidente estadounidense, Barack Obama, denunció que "está claro" que las fuerzas rusas en Siria "no distinguen entre el Estado Islámico y la oposición moderada suní y eso es una receta para el desastre".

"Rechazamos la teoría de Rusia de que cualquiera que esté contra Asad es un terrorista", señaló.