Los ministros de Defensa de la OTAN debatirán mañana la situación en Siria y Afganistán, y el refuerzo de la seguridad en los países del flanco sur de la Alianza frente a posibles amenazas.

Siria y Afganistán se incluyeron a última hora en la agenda de la reunión tras los acontecimientos de la última semana, por la violación del espacio aéreo de Turquía por parte de aviones rusos y el ataque a un hospital de Médicos Sin Fronteras en Kunduz (norte de Afganistán).

Los titulares de Defensa avanzarán hacia la puesta en marcha de un plan que persigue reforzar la seguridad frente a las amenazas en los países del flanco sur.

Las directrices que den los ministros en este ámbito, junto con el enfoque político de los titulares de Exteriores en otra reunión el próximo diciembre, permitirán crear un marco para desarrollar ese plan para el sur, que está previsto que se apruebe en la cumbre de Varsovia de julio de 2016.

España y otros países han presentado un documento que concreta qué instrumentos y en qué escenarios la OTAN podría intervenir en el sur, según fuentes diplomáticas.

Sobre Siria, el embajador estadounidense ante la Alianza, Douglas Lute, dijo hoy en una entrevista telefónica que la situación sobre el terreno es "compleja" y se refirió a la creciente presencia militar rusa en el país en apoyo del presidente sirio, Bachar al Asad.

También indicó que hay constancia de la presencia en Siria de "miles" de fuerzas iraníes, así como de la milicia libanesa chií Hezbolá, aliada del régimen de Damasco.

El embajador estadounidense dijo, por otra parte, que la OTAN no está dispuesta a compartir inteligencia con Rusia en relación a Siria hasta que no se compartan también unos "objetivos comunes".

En ese contexto, señaló que, aunque ambas partes pueden coincidir en el objetivo de derrotar al Estado Islámico (EI), no comparten el apoyo a Al Asad, que para la coalición internacional contra el EI debería ceder el poder, en favor de un gobierno "más incluyente y representativo".

El embajador explicó además que Rusia está dirigiendo sus ataques contra grupos de la oposición siria, algunos de los cuales "creemos que tienen que formar parte de una solución política".

No obstante, insistió en la necesidad de evitar un conflicto con Rusia en Siria y valoró como "buena noticia" los contactos a nivel militar y político para buscar la forma de coordinar las acciones sobre el terreno.

Sobre el incidente en el espacio aéreo de Turquía, que motivó la convocatoria el pasado lunes de una reunión de urgencia del Consejo del Atlántico Norte, explicó que la "amenaza real" es que se produzca un accidente, por culpa del "comportamiento irresponsable" de Rusia.

"Es una situación peligrosa", dijo Lute, que valoró la reacción de Turquía al dar una respuesta "medida" y "responsable".

Subrayó asimismo que el conjunto de aliados está preparado para respaldar a Turquía en aplicación del artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte, que establece que un ataque armado contra uno o más de los países de la OTAN se considera un ataque contra todos ellos y obliga a ayudarse, incluso con el uso de la fuerza armada.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, explicó ayer en una rueda de prensa que los ministros apoyarán además mañana el "concepto militar" de la Fuerza de Intervención Rápida de la Alianza, con la inclusión de medios terrestres, marinos y aéreos, lo que permitirá doblar su talla actual y alcanzar los 40.000 efectivos.

Stoltenberg subrayó también que espera que los ministros den luz verde a dos nuevos cuarteles, que se ubicarán en Hungría y Eslovaquia y que se sumarán a otros seis (en Polonia, Bulgaria, Rumanía, Estonia, Lituania y Letonia), lo que ayudará a aumentar las defensas en el centro y este de Europa.