La Fiscalía de Portugal acusó hoy a un doctor en Economía por la Universidad de Harvard (EEUU) de haber influenciado, a través de artículos de opinión, en el valor de mercado de la deuda soberana lusa para su beneficio propio.

En un comunicado, la Fiscalía denunció que el acusado, un ciudadano canadiense que no identificado, obtuvo casi 820.000 euros de beneficio a causa de la desvalorización de los títulos del Tesoro luso provocada por los artículos que publicó en 2010.

Su modus operandi era sencillo: abaratar la cotización de la deuda pública, adquirirla y venderla al poco tiempo una vez revalorizada.

El acusado, que actualmente reside en Londres, "publicó varios artículos en blogs, uno de ellos asociado a un periódico de referencia mundial, entre los meses de febrero y abril de 2010. Todos ellos impactaron en los intereses de la deuda pública portuguesa e influyeron a los inversores", señaló la Fiscalía.

Además del prestigio de este licenciado en Economía por la renombrada universidad de Harvard, los artículos tuvieron un mayor calado por haberse publicado "en un contexto de gran inestabilidad financiera, de miedo de contagio con la deuda griega, estando los mercados en situación de elevada susceptibilidad".

El acusado "nunca" mencionó en sus análisis sus intereses de negocio, lo que, en la óptica de la Fiscalía, "habría reducido la credibilidad" pública de sus artículos.

Por este motivo, se le acusa de haber atentado "contra las reglas de la libre competencia y la confianza del mercado" en un proceso con delitos de "contextos inéditos".

En la fecha de la acusación, el profesor en Economía era el administrador de una sociedad que prestaba servicios de consultoría de inversión y de gestión de carteras sobre inversiones financieras a una sociedad gestora de fondos de inversión especulativo (hedge fund), según la Fiscalía.

En abril del 2010, las tasas de interés de los títulos portugueses se dispararon un 23 %, de los 4,187% hasta los 5,154 %.

Portugal tuvo que solicitar un rescate financiero, pues ya no podía recaudar dinero en los mercados internacionales a tasas sostenibles.

El rescate, tasado en 78.000 millones de euros y concedido por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) entre 2011 y 2014, incluyó como contrapartida drásticos cortes sociales y un notable aumento de impuestos que llevaron a Portugal a una grave crisis.