La organización terrorista yihadista Daesh, más conocida como el Estado Islámico, utiliza desde finales de 2014 la venta de obras expoliadas del patrimonio histórico-artístico como vía de financiación. La Unesco cifra en unos diez mil millones de dólares el valor que las piezas robadas podrían alcanzar en el mercado.

Estos datos han sido facilitados hoy por el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, en la inauguración de un seminario organizado por la Asociación para la Protección del Patrimonio Histórico (Protecturi), informa el Ministerio del Interior.

Martínez ha asegurado que sin embargo probablemente no obtengan tanto porque los terroristas no utilizan los canales de economía formal sino que lo venden a coleccionistas de países occidentales a través de los Estados del Golfo de manera ilícita.

Francisco Martínez ha advertido de que el Daesh se sirve del expolio del patrimonio cultural y que usa el legado cultural como arma de guerra pues "mediante su saqueo y destrucción se consigue intimidar a los pueblos que lo padecen, impactar sobre toda la comunidad internacional y obtener financiación adicional para actividades operativas".

En este contexto ha hecho referencia a la voladura de los budas de Bamiyan en 2001 perpetrada por el régimen talibán en Afganistán y la toma de control por parte del autodenominado Estado Islámico de la ciudad de Palmira (Siria), declarada por la Unesco patrimonio de la humanidad.

Francisco Martínez ha hecho balance de los resultados obtenidos y ha destacado que desde el año 2005 la Policía Nacional ha venido registrando en torno a 60 denuncias anuales contra bienes culturales mientras que en lo que va de año van 29, y que la Guardia Civil ha llevado a cabo desde 2012 unas 80 operaciones en este campo.

Se ha referido a actuaciones que han permitido restituir bienes únicos del patrimonio cultural como las operaciones Ánfora de la Guardia Civil en el ámbito de la protección del patrimonio arqueológico subacuático y la recuperación en 2013 de más de 4.000 piezas del período celtíbero detectadas por una subasta en Alemania en la que se incluyeron objetos posiblemente expoliados en España.

Igualmente ha destacado la recuperación por parte de la Policía Nacional de dos esculturas de bronce del siglo I que podrían pertenecer al grupo escultórico de Cástor y Pólux, en la provincia de Córdoba, con un valor de tasación cada una de entre cinco y seis millones de euros.

Asimismo se ha referido a la restitución del Códice Calixtino en julio de 2012, una "joya" medieval del siglo XII robada en la catedral de Santiago de Compostela un año antes.

Francisco Martínez ha afirmado que la seguridad del patrimonio histórico-artístico constituye una de las líneas estratégicas de la política del Ministerio del Interior.