Al menos 595 personas han muerto en Siria desde el inicio de los bombardeos de la Fuerza Aérea de Rusia, aliada del régimen de Bachar al Asad, el pasado 30 de septiembre, según el recuento publicado hoy por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

De esas víctimas mortales, al menos 185 eran civiles, entre los que hay 48 menores y 46 mujeres.