El ministro de Finanzas de Holanda, Jeroen Dijsselbloem, se ha visto envuelto en una polémica por la supuesta influencia ejercida por el grupo bancario neerlandés ING durante la elaboración de una ley que concede deducciones a bancos.

La polémica surgió este miércoles tras la publicación de una información en el holandés NRC en la que apuntaba a ING como autor de partes de una ley sobre deducciones concedidas a entidades en torno a los bonos conocidos como cocos, según el diario online Dutchnews.

La cuestión ha llevado a varios responsables políticos tanto de la oposición como de los partidos gobernantes a pedir la comparecencia de Dijsselbloem para explicar lo ocurrido, entre ellos el diputado Henk Nijboer, también laborista, al igual que el también presidente del Eurogrupo.

"Los políticos deben escribir las leyes, no los bancos", dijo Nijboer al la cadena neerlandesa NOS.

Por su parte, Dijsselbloem ha afirmado que oficiales del ING fueron consultados durante el proceso legislativo, al igual que otros bancos, según este mismo medio.

La deducción, que está en vigor desde 2014, permite a los bancos ahorrarse unos 350 millones de euros al año y que ésta "no puede considerarse una ayuda de Estado ilegal", apuntó un portavoz del Ministerio de Finanzas a NOS.

Precisamente, el grupo bancario ING publicó hoy sus resultados trimestrales, que muestran que obtuvo un resultado neto consolidado de 4.192 millones de euros hasta septiembre, es decir, el equivalente a multiplicar por 56 los 75 millones de euros registrados en el mismo periodo del año anterior.