El primer ministro de Rumanía, Victor Ponta, que está siendo juzgado por corrupción, anunció hoy su dimisión, después de que unas 20.000 personas exigieran ayer la caída del Ejecutivo tras la muerte de 32 personas en el incendio en una discoteca que incumplía las normas de seguridad.

"Con fecha de hoy renuncio a mi mandato como primer ministro e, implícitamente, al del Gobierno de Rumanía", anunció Ponta en una rueda de prensa televisada desde el Palacio Victoriei, sede del Ejecutivo.

Ponta, que está siendo juzgado por evasión fiscal, blanqueo de dinero y falsedad documental, explicó su dimisión en la necesidad de asumir responsabilidades por la tragedia del incendio.

"Tengo la obligación de reconocer el enfado legítimo que existe en la sociedad", indicó el primer ministro.

"Espero que renunciar a mi mandato y al Gobierno satisfagan las peticiones de los manifestantes", prosiguió.

Poco antes de esa comparecencia, el presidente del Partido Socialdemócrata, Liviu Dragnea, había justificado también en el incendio la marcha del jefe del Gobierno.

"Alguien tenía que asumir la responsabilidad de lo que ha pasado", señaló Dragnea, quien precisó que su formación política se reunirá esta misma mañana para decidir su sustituto.