Rusia confirmó hoy la muerte de uno de los dos pilotos del bombardero Su-24 derribado por Turquía en la frontera con Siria y de un segundo soldado ruso tras ser abatido por los rebeldes sirios un helicóptero de rescate Mi-8.

"La tripulación (del Su-24) se lanzaron en paracaídas. Según datos preliminares, uno de los pilotos murió en el aire por disparos efectuados desde tierra", informó un portavoz del Estado Mayor del Ejército ruso a medios locales.