La Fiscalía boliviana busca a los autores materiales e intelectuales del asesinato del jesuita español Luis Espinal en 1980, tras reabrir el caso por la muerte del religioso, que fue torturado y ejecutado por paramilitares en La Paz por denunciar la violencia política en el país.

El fiscal de la División Homicidios Genaro Quenta anunció hoy en declaraciones a medios locales que el Ministerio Público trata de localizar a dos militares retirados, para lo que cuenta con la colaboración de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) y los servicios de identificación oficial y registro cívico.

Entre los sospechosos denunciados en el curso de la investigación, dijo, están el general de la Fuerza Aérea Boliviana Jaime Niño de Guzmán y el coronel del Ejército Freddy Quiroga.

Según los indicios de los que dispone la Fiscalía, Niño de Guzmán habría sido el responsable intelectual del crimen y Quiroga, el autor material de la muerte de Espinal el 21 de marzo de 1980.

Además, dos religiosos que fueron allegados de Espinal han sido citados por el Ministerio Público para prestar declaración en el caso en calidad de testigos.

El jesuita Luis Espinal llegó a Bolivia en misión pastoral a principios de los años setenta.

Poeta, cineasta, periodista y primer director del semanal izquierdista Aquí, el religioso dedicó sus años en América Latina a denunciar los regímenes militares, participar en movilizaciones en pro de la democracia y los derechos de los trabajadores y ayudar directamente a los más desfavorecidos.

Espinal fue secuestrado a una manzana de su casa en La Paz, torturado y asesinado a tiros sin que el crimen se haya esclarecido hasta la fecha.

Cuatro meses después del asesinato del jesuita español se instauró en Bolivia la dictadura de Luis García Meza (1980-1981), a cuyos colaboradores se les acusa de haber hecho desaparecer pruebas del homicidio y de haber protegido a los autores del crimen

La figura y obra del religioso volvieron a la actualidad en julio pasado, cuando con motivo de la visita del papa Francisco a Bolivia el presidente Evo Morales regaló al pontífice una réplica de un crucifijo tallado por Espinal en el que la cruz aparece grabada sobre los símbolos comunistas de la hoz y el martillo.