Los colegios electorales egipcios han abierto hoy sus puertas en la última etapa de la elecciones parlamentarias que concluirán mañana y que permitirán la formación del primer Parlamento desde la disolución del anterior en 2012.

En el colegio público Zamalek, situado en el barrio acomodado del mismo nombre, un puñado de votantes esperaba a sus puertas minutos antes de su apertura, a las 09.00 hora local (07.00 GMT).

"No tengo esperanza en el futuro Parlamento, pero votar es un deber nacional", aseguró un empresario que se identificó como Samir.

Samir, que aseguraba haber acudido temprano a las urnas para después ir a trabajar subrayó que, "a pesar de que el proceso en un poco lento y de que hay poca gente, es prometedor".

Este votante se refería a que las elecciones, que concluyen mañana, miércoles, se han celebrado en dos etapas con dos fases cada una, lo que ha desatado el hastío de muchos de los egipcios que ya habían perdido el interés por los comicios.

El índice de participación más alto registrado en las tres anteriores citas del proceso, que comenzó en octubre no supero el 30 por ciento.

El nuevo Parlamento, diseñado para evitar la emergencia de partidos políticos, estará dominado por candidatos independientes, ya que únicamente 120 de los 596 escaños están reservados a partidos políticos.

Sin necesidad de llegar a la segunda y definitiva vuelta de esta segunda fase, la alianza Por Amor a Egipto, que no oculta su apoyo al presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, ya se ha asegurado todos los escaños de la cuota fijada para las agrupaciones políticas.

El principal partido de esta alianza, Los Egipcios Libres, es la formación que ha logrado, hasta el momento, una mayor representación en la Asamblea Legislativa.

En la primera fase electoral, en la que había 273 asientos en juego, 36 candidatos individuales que se presentaban por Los Egipcios Libres lograron un escaño.

Les siguió el histórico partido Al Wafd, integrante de la misma coalición y que se hizo con 22 escaños en esa fase electoral.

Está previsto que la Asamblea Legislativa se constituya a finales de mes o principios de año, dando por terminada así la hoja de ruta marcada por la Junta Militar, tras el golpe de estado de julio de 2013, que derogó la Constitución y puso fin al mandato del islamista Mohamed Mursi.