Al menos dos de los seis insurgentes que iniciaron anoche un ataque al consulado de la India en la provincia de Balkh, en el norte de Afganistán, han muerto, mientras que cinco miembros de las fuerzas afganas y un civil han resultado heridos.

El ataque comenzó a primera hora de la noche de ayer en la ciudad de Mazar-i-Sharif, considerada una de las localidades más seguras de Afganistán, cuando los insurgentes, al ser incapaces de penetrar en el consulado, se refugiaron en un edificio cercano, afirmó el portavoz de la Policía provincial, Shirjan Duranai.

Según el portavoz, el fuerte tiroteo con los insurgentes continúa, aunque anotó que el edificio donde se encuentran está completamente sitiado, por lo que los atacantes no podrán huir a ninguna de las edificaciones colindantes.

"El ataque se está prolongando porque nuestras fuerzas especiales están siendo muy cuidadosas para impedir víctimas entre los civiles al tratarse de un área residencial", señaló Duranai, que reconoció sin embargo que un civil resultó herido en la acción insurgente.

Un portavoz del gobernador de Balkh, Munir Ahmad Farhad, explicó que fueron heridos además en el ataque cinco miembros de las fuerzas de seguridad y aunque lograron neutralizar a dos de los insurgentes, otros "cuatro continúan ofreciendo resistencia".

El embajador de la India en Kabul, Amar Sinha, aclaró a través de su cuenta oficial de Twitter que todo el personal del consulado indio se encuentra "a salvo".

Por su parte, el Asesor de Seguridad Nacional de Afganistán, Hanif Atmar, condenó "de manera rotunda el ataque terrorista al consulado indio" a través de su portavoz, Tawab Ghorzang, que remarcó que ese acto "cobarde no dañará las relaciones de amistad entre los dos gobiernos y naciones".

Los extranjeros copan la lista de objetivos talibanes, junto a las fuerzas de seguridad y los funcionarios públicos.

El último ataque contra una misión diplomática en el país se produjo el pasado 11 de diciembre contra la embajada de España en Kabul, una acción en la que fallecieron dos policías españoles, cuatro agentes afganos, dos civiles y los cuatro atacantes.

En mayo de 2014, cinco insurgentes murieron en un ataque talibán al consulado de la India en Herat (oeste), sin que se produjeran víctimas entre el personal diplomático.

En los últimos meses, los talibanes han incrementado su presencia en varias áreas del país y a finales de septiembre tomaron temporalmente la ciudad nororiental de Kunduz, su mayor logro militar desde la caída del régimen en 2001.