Al menos catorce miembros del grupo terrorista Estado Islámico (EI) murieron en las últimas 24 horas en un ataque de esta organización contra la presa de Tishrin, en el norte de Siria, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La ONG explicó que los yihadistas lanzaron una ofensiva para retomar el dominio de la presa, que está en manos de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una coalición armada integrada por kurdos, árabes y asirios -un grupo étnico de credo cristiano-.

El pasado 26 de diciembre, las FSD arrebataron al EI el control de Tishrin, que está en el río Éufrates a su paso por el noreste de la provincia de Alepo.

En las últimas horas, los radicales lograron infiltrarse en algunas zonas de la presa en barcas, aunque las FSD han respondido e intentan frenar su avance.

Los combates entre ambos bandos están acompañados de bombardeos que se cree que son de la coalición internacional liderada por Estados Unidos contra posiciones de los extremistas.

Con el control de la presa, las FSD pueden cortar desde allí la vía de suministros de los radicales desde su bastión principal en Siria, la provincia nororiental de Al Raqa, hasta Manbech, uno de sus feudos en Alepo.

Las FSD nacieron en octubre pasado en el noreste del país y disponen del apoyo logístico y militar de EE.UU., además de coordinar sus ataques con la coalición internacional contra el EI.

El EI proclamó un califato a finales de junio de 2014 en Siria e Irak, donde ha conquistado partes del norte y el centro de ambos países.