El Gobierno turco ha prohibido a los medios de comunicación distribuir vídeos o fotos relacionados con el atentado de Estambul, en el que al menos 10 personas han muerto y otras quince han resultado heridas.

El viceprimer ministro, Numan Kurtulmus, envió una hora después de la explosión, que se produjo a las 08.20 GMT, una orden al Consejo de Radiotelevisión imponiendo el veto temporal aludiendo razones de seguridad nacional y orden público.

"Se considera apropiado la imposición de la prohibición temporal de difusión sobre el incidente", señala la orden sobre la explosión producida en Sultanahmet, la zona más turística de Estambul, donde se encuentran la Basílica de Santa Sofía y la Mezquita Azul, entre otros monumentos.

Los medios de comunicación están cumpliendo por lo general esta orden, una medida que el Gobierno ha aplicado de forma rutinaria en los últimos años cuando se han producido situaciones parecidas.

El veto informativo más grande se produjo el 10 de noviembre de 2015, tras el doble atentando suicida que acabó con la vida de 102 personas en Ankara.

La oposición y organizaciones civiles han denunciado este tipo de censura y en la red social Twitter se podían ver mensajes de rechazo, como que tras estos ataques las prohibiciones de informar "llegan antes que las ambulancias".