El general golpista guatemalteco Oscar Humberto Mejía Víctores, acusado de genocidio, falleció a los 85 años y fue inhumado en el Cementerio General de la capital, informaron hoy medios locales.

El gobernante entre 1983-1986 tras un golpe de Estado padecía las secuelas de un derrame cerebral que le dejó incapacitado mental y físicamente para un juicio, según determinaron los médicos forenses en 2011.

De acuerdo con medios locales, el administrador del Cementerio General de Guatemala, Gustavo Rodríguez, confirmó la muerte del militar y agregó que el cuerpo fue inhumado en la más estricta intimidad.

Se desconoce la fecha exacta de su deceso. Las imágenes reproducidas por los medios locales muestran una tumba con un par de coronas de flores, pero no se observa la presencia de familiares.

Mejía había sido acusado por el Ministerio Público (MP-Fiscalía) de lesa humanidad y genocidio, pero tras el derrame cerebral sufría afecciones cardiovasculares, una infección pulmonar, problemas de colon e incapacidad para comunicarse, según los resultados de los exámenes médicos.

Según la fiscalía, Mejía Víctores era uno de los responsables de perpetrar la masacre de 264 personas en Plan de Sánchez, en el departamento de Baja Varapaz, en 1982.

Además, también se le vinculaba con otro hecho en el área Ixil, donde se perpetraron once masacres que causaron más de mil muertos.

Por su delicado estado de salud, la jueza encargada del proceso contra el general retirado, Carol Patricia Flores, había suspendido la persecución penal de Mejía y decretado arresto domiciliario y evaluaciones médicas cada 15 días.