El Gobierno chino,gang en su intento por acabar con la volatilidad de los mercados, ha destituido al presidente del regulador bursátil, Xiao Gang, tras la crisis de las bolsas el pasado verano y las turbulencias de principios de este año.

Las autoridades anunciaron hoy, a través de la agencia Xinhua, que Liu Shiyu, actual presidente del Banco Agrícola, ha sido nombrado presidente de la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China (CRMV), en sustitución de Xiao, quien había sido en los últimos meses centro de duras críticas por su gestión de la crisis.

La decisión evidencia las presiones a las que se enfrenta el Ejecutivo, en un momento en el que se ha puesto en entredicho su capacidad para gestionar la economía, en proceso de desaceleración tras años de crecimiento a doble dígito.

Esta misma semana, el primer ministro, Li Keqiang, criticó la labor del organismo regulador al señalar en una reunión del Consejo del Estado (Ejecutivo) que los reguladores no respondieron de manera activa a las caídas.

En opinión de Li, "los principales departamentos responsables tomaron decisiones inadecuadas" y tuvieron algunos problemas de gestión. En este contexto, el primer ministro defendió las intervenciones realizadas por el Gobierno para atajar el problema.

Bajo el mandato de Xiao, que asumió el cargo en marzo de 2013, se creó una burbuja en las bolsas chinas que acabó explotando el pasado verano, con el índice de Shanghái y Shenzhen llegando a perder un 40 % de su valor hasta que las autoridades intervinieron.

Las bolsas vivieron un periodo de calma hasta principios de este año, cuando volvieron los temblores. A finales de enero, la Bolsa de Shanghái, principal indicador de los parqués chinos, llegó a acumular pérdidas de hasta un cuarto de su valor, un comportamiento que imitó Shenzhen.

La comisión intentó detener la sangría en verano con medidas como la prohibición a grandes accionistas de deshacerse de sus títulos durante seis meses o introduciendo, este año, un mecanismo interruptor para paralizar durante 15 minutos los parqués en el caso de que acumularan 5 % de caídas, o poner fin a su sesión si éstas llegaban al 7 %.

Al poco tiempo de entrar en funcionamiento este enero, el mecanismo provocó el cierre de los parqués en dos ocasiones en una sola semana, causando turbulencias en todo el mundo.

El interruptor causó el efecto contrario al deseado: condujo a los inversores al pánico. Y la comisión decidió suspenderlo.

Hacía tiempo que se especulaba con la salida de Xiao, un experto de 57 años que impulsó la campaña contra el uso de información privilegiada o la reforma del sistema para aprobar a las compañías que coticen en bolsa, y según los expertos parece que el fracaso del mecanismo interruptor pudo poner fecha definitiva a su salida.

Ahora el cargo será asumido por Liu, un ingeniero de formación que es el actual presidente de uno de los cuatro bancos comerciales más importantes de China, el Banco Agrícola, que encabeza desde 2014.

Liu ha trabajado en la banca desde finales de los 80 y ocupó el cargo de vicegobernador del Banco Popular de China (central) durante 18 años, y la tarea a la que ahora se encargará no será fácil.

El nuevo presidente de la CRMV gestionará un mercado con 100 millones de inversores individuales distorsionado por la intervención política, entre otros.

Además, su autonomía se podrá ver limitada por el duro escrutinio que está llevando a cabo el Gobierno de la comisión, que ha sufrido diversas bajas en los últimos meses de reconocidos expertos, mientras se anuncian investigaciones por supuesta corrupción contra importantes cargos, como es el caso del vicepresidente de la CRMV, Yao Gang.

Irónicamente Liu conoce de cerca estos problemas, pues la entidad que preside, el Banco Agrícola, es uno de los bancos comerciales más golpeados por la corrupción.