Cuando se cumplen 5 años del accidente de la central nuclear japonesa de Fukushima, Norma Editorial publica en España el manga "Ichi Efu", donde su autor, el desconocido Kazuto Tatsuta, narra en primera persona el sacrificio voluntario de los operarios encargados de las tareas de limpieza tras el desastre.

1F o Ichi Efu es el nombre con el que los trabajadores de la central y la población local llamaban comúnmente a las instalaciones de Fukushima, que el 11 de marzo de 2011 se vieron afectadas por un gigantesco tsunami con olas de hasta 40 metros de altura provocadas por un terremoto de magnitud 9,0 registrado en el Pacífico, frente a las costas de Japón oriental.

Tras la catástrofe, una de las mayores de la historia de la energía nuclear, fueron centenares los operarios que trabajaron en las áreas contaminadas de la central, situada en la prefectura de Tohoku, de donde se evacuó a decenas de miles de personas.

Entre ellos estaba Kazuto Tatsuta, seudónimo tras el que se esconde el autor de esta historieta, que tras pasar seis meses en la zona cero, y alcanzado las dosis de exposición a la radiación establecidas por la empresa que le había contratado, decidió contar su experiencia por medio de sus habilidades como dibujante.

Según adelanta Norma, nadie sabe realmente quién se esconde tras el seudónimo de Tatsuta, ya que para proteger su identidad, el autor optó por no usar su nombre verdadero y cambiar además el de algunos compañeros y empresas relacionadas con la historia para evitar problemas.

Como muchos otros, tras el terremoto, Tohoku, decidió colaborar en la recuperación de la zona, atraído no sólo por las ventajosas condiciones económica que ofrecían las empresas encargadas de la emergencia, sino también, apuntan las mismas fuentes, por un sentimiento más altruista: poder ayudar a sus semejantes y evitar una catástrofe ecológica sin precedentes.

En "Ichi Efu", este dibujante desconocido cuenta la experiencia de sus seis meses sobre el terreno, con la idea además de animar el debate sobre la seguridad en las centrales nucleares y evitar que las labores de los trabajadores que acudieron a la zona se queden en una nota a pie de página, eclipsadas por acontecimientos más recientes.

El cómic explica cómo ante el peligro muy real de que se liberara material radiactivo a la atmósfera y para recuperar cuanto antes la normalidad en la zona, los trabajos de reparación de Fukushima 1 se llevaron a cabo de forma inmediata, tan sólo a cargo de personas con unas características determinadas, y cuidando las dosis de radiación que recibían para evitar superar los límites permitidos.

El manga se acerca asimismo a los motivos que llevaron a Tatsuta a arriesgar su vida en estos trabajos, a los procesos de selección de personal que llevó a cabo las tareas, la preparación que recibieron y el día a día de la central en aquellos momentos, con detalles poco conocidos sobre el desmantelamiento de las instalaciones.