El Gobierno holandés rectificó hoy una información suya, según la cual el FBI de EEUU informó a la Policía holandesa seis días antes del doble atentado del 22-M en Bruselas de los antecedentes penales y extremistas de los hermanos Ibrahim y Khalid El Bakraoui, ambos terroristas suicidas en el ataque.

El ministro de Seguridad y Justicia de Holanda, Ard van der Steur, señaló hoy en una nueva carta a la Cámara de Representantes de su país que no fue la Oficina Federal de Investigación (FBI) la que facilitó a La Haya esa información, sino la Policía de Nueva York.

Van der Steur atribuyó ese error a una confusión con la fuente que trasladó esa información a La Haya.

Según la agencia holandesa ANP, el enlace holandés en la embajada de Washington "recibió esa información de otro gran servicio estadounidense de investigación, a saber la División de Inteligencia del Departamento de Policía de Nueva York", escribió Van der Steur.

Ese funcionario holandés transmitió la información "sin mencionar su origen como es costumbre", y "Holanda presupuso que provenía del FBI", recoge el diario Volksrant.

El ministro señaló no obstante que la interpretación errónea de la procedencia de la información "no afecta al contenido" de la misma.

Éste dijo el martes en una carta en la que respondía a 166 preguntas de la Cámara de Representantes que el FBI informó a la policía del país el 16 de marzo y un día después se establecieron "contactos entre los servicios policiales de Holanda y de Bélgica".

La Policía judicial belga, sin embargo, negó hoy haber recibido "ninguna información" sobre los hermanos El Bakraoui de los servicios de inteligencia estadounidenses el 16 de marzo ni tampoco al día siguiente en una visita de trabajo de un miembro de la Policía holandesa.

El primer ministro holandés, Mark Rutte, indicó por su parte ante los diputados en la noche del martes que Holanda "no tiene nada que reprocharse" sobre el caso de los hermanos El Bakraoui, aunque admitió que "ciertas cosas se pueden mejorar, por ejemplo nuestra comunicación con Turquía".

Turquía avisó en verano pasado tanto a Holanda como a Bélgica de la detención de Ibrahim El Bakraoui, terrorista suicida del aeropuerto de Zaventem, y la entrega de éste el 14 de julio pasado a Holanda.

Bruselas y La Haya han sostenido que Ankara no les comunicó a tiempo los motivos de la expulsión tras ser detenido en la frontera turco-siria, algo que Turquía refuta al asegurar que informó de que era un combatiente extranjero.

Ibrahim no estaba registrado por las autoridades holandesas ni en ningún listado internacional, por lo que pudo pasar de Holanda a Bélgica sin ser detectado, y Van der Steuer admitió ante la Cámara de Representantes que "no sabe" qué hizo esta persona después de aterrizar en el aeropuerto de Schiphol en Amsterdam, ni dónde se encontraba cuando los estadounidenses advirtieron a La Haya.

El ministro belga de Interior, Jan Jambon, acusó la semana pasada también al policía de enlace de la embajada belga en Estambul de haber tratado con negligencia la información turca.