Al 87 por ciento de los venezolanos no les alcanzan sus ingresos para comprar los alimentos necesarios y la mayor parte de su dieta, basada en carbohidratos, es de "supervivencia", según una encuesta difundida hoy, realizada por las tres principales universidades del país.

La Encuesta sobre Condiciones de Vida de los Venezolanos (Encovi), basada en 1.488 entrevistas en 23 ciudades del país, revela que los alimentos que más consumen los venezolanos son harina de maíz, arroz, pasta, panes, grasas como margarina y mayonesa, mientras que, en el caso de la carne, los sectores de menos ingresos dijeron comer mortadela.

Según el estudio, en el que también participó la Fundación Bengoa, especializada en nutrición, el 40 por ciento de los alimentos de la canasta alimentaria que adquieren los venezolanos son harinas, arroz y grasas y un 12,1 por ciento consume dos comidas al día, en vez de tres.

"Los que tienen acceso a las tres comidas experimentan un deterioro en la calidad de la dieta", aseguró la investigadora del Centro de Estudios del Desarrollo (Cendes) de la Universidad Central de Venezuela Marianella Herrera.

La ONG Observatorio Venezolano de Salud (OVS), que difundió el estudio, señaló en un comunicado que esta afectación en la dieta la viven las familias de los estratos D, E y F y algunas del estrato C, "es decir, personas en pobreza crónica extrema, en pobreza extrema y en pobreza reciente".

La última categoría, dice el estudio, se refiere a las familias de clase media que tienen las necesidades básicas satisfechas pero su poder adquisitivo ha disminuido.

Herrera, citada por la OVS, explicó que "todos los niveles están afectados" y afirmó que se está "haciendo una dieta de supervivencia".

La médica nutrióloga, que también representa a la Fundación Bengoa, dijo que en este sondeo se vio que en el caso de las proteínas básicas que solían consumir los más pobres como el huevo o los granos, estos "han desaparecido de la mesa de los más necesitados".

"La proteína de origen animal es un alimento de lujo", dijo la especialista.

Venezuela sufre, desde hace poco más de dos años, una severa crisis de escasez de alimentos de la cesta básica y una alta inflación que cerró el año pasado en 180,9 por ciento, lo que ha disminuido de forma notable el poder adquisitivo de los ciudadanos.