El presunto cerebro logístico de los atentados del 13-N en París, Salah Abdeslam, guardaba en su apartamento de Bruselas informaciones sobre el centro de investigación nuclear de Jülich, en el oeste de Alemania, según publica hoy el grupo de medios Redaktionsnetzwerk Deutschland (RND).

Entre los documentos figuran también fotografías del presidente de la junta directiva de esta instalación nuclear situada en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia, Wolfgang Marquardt, señala el grupo de medios, que basa sus informaciones en miembros del gremio de control parlamentario de los servicios secretos.

Las informaciones se refieren al apartamento de Abdeslam en el barrio bruselense de Molenbeek, considerado feudo de los islamistas, donde el presunto terrorista fue detenido poco antes de los atentados de Bruselas del pasado 22 de marzo.

Según publica RND, el presidente de la Oficina de Protección de la Constitución -los servicios secretos del Interior-, Hans-Georg Maaßen, informó a finales de marzo con carácter confidencial a varios miembros de la comisión de control del Bundestag (Parlamento alemán) sobre el hallazgo.

El artículo añade que la Cancillería y el Ministerio del Interior declararon no tener informaciones sobre esta cuestión.

Abdeslam, de 26 años, es considerada una de las figuras clave en la investigación de los atentados de París del 13 de noviembre pasado que dejaron 130 víctimas mortales y en los que su hermano Brahim era uno de los terroristas suicidas.

Después de los atentados de Bruselas, con 32 muertos, los medios habían informado de que el director del programa de investigación y desarrollo nuclear de Bélgica había sido objeto de vigilancia por parte de la célula terrorista que perpetró los ataques poco después de la detención el 18 de marzo de Abdeslam.

Por otra parte, inmediatamente después de los atentados de Bruselas, las autoridades belgas redujeron provisionalmente la plantilla de la central nuclear de Tihange con el fin de minimizar el riesgo de que personas potencialmente peligrosas tuvieran acceso al recinto.

Asimismo, salió a la luz que un yihadista muerto en Siria y que se había unido al Estado Islámico había estado trabajando previamente durante años en la zona de alta seguridad de la central nuclear belga de Doel como empleado de una empresa se servicios externa.

En tanto, el ministerio de Medioambiente alemán señaló que las centrales nucleares del país están suficientemente protegidas contra posibles acciones de terceros, entre las que se cuentan también atentados terroristas.