El papa dijo hoy que sueña una Europa "donde ser emigrante no sea un delito" y que construya puentes y derribe "muros", al recibir de manos de líderes de instituciones europeas el premio Carlomagno.

Francisco advirtió en un largo discurso de recepción del galardón que la Unión Europea (UE) se está alejando de los principios y valores sobre los que se fundó.

La ceremonia se celebró en la vaticana Sala Regia, antecámara de la Capilla Sixtina, ante el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker; el del Parlamento, Martin Schulz, y el del Consejo, Donald Tusk, y otras autoridades como el rey de España, Felipe VI, y la canciller alemana, Angela Merkel.