Las autoridades libias abrieron hoy el paso fronterizo de Ras Jedir, cerrado al paso de mercancías desde hace más de dos semanas por la inestabilidad yihadista en la zona y en particular en la ciudad vecina tunecina de Ben Guerdan.

Según el portavoz de la coordinadora de Seguridad en la ciudad libia de Zawara, Hafez Muamar, la decisión se adoptó tras una maratonina negociación y permitirá que los camiones puedan circular en ambos sentidos a partir del lunes.

La situación comenzó a desenredarse esta semana tras la reunión que mantuvieron el presidente tunecino, Beji Caid Essebsi, y el jefe del gobierno de unidad y del Consejo Presidencial designado por la ONU que lo nombró, Fayez al Serraj, nueva autoridad en Trípoli, explicó la fuente.

Ambos acordaron la creación de un comité conjunto que vigilará el tránsito en ambas direcciones y tratará de impedir la gran actividad de contrabando de armas, personas y productos que desarrollan las diferentes mafias en la zona, agregó.

El miércoles, cientos de comerciantes cerraron sus negocios en Ben Guerdan, capital del tráfico ilegal en Túnez, en protesta por el prolongado cierre de su frontera con Libia.

Fuentes sindicales en la ciudad confirmaron que la mayor parte de los funcionarios públicos y otros profesionales se sumaron también a la huelga convocada por la sección regional del mayor sindicato en el país.

Un día antes, la Policía tunecina había tenido que intervenir y utilizar gases lacrimógenos para dispersar un conato de manifestación violenta.

Ben Guerdan fue escenario en marzo de un intento masivo de asalto por parte de dos centenares de yihadistas, algunos de los cuales se filtraron desde Libia a través de los varios cientos de kilómetros de desierto que en esa zona constituyen la frontera entre ambos países.

En el ataque, que al parecer tenía como objetivo hacerse con el control de una comisaría y la caserna del Ejército, murieron cerca de medio centenar de fanáticos, más de una decena de soldados y varios civiles.

Hace un año, la decisión del gobierno tunecino de imponer una tasa de entrada y salida del país ya desató graves disturbios en la zona, que obligaron al Ejecutivo a retirarla.