El papa Francisco recibió hoy en una audiencia privada de veinte minutos al presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, y este le invitó a visitar el país, a lo que el pontífice respondió "si, es posible".

El mandatario llegó al Vaticano a las 10.51 locales (08.51 GMT), con más de veinte minutos de retraso debido, según explicaron, a un problema de entendimiento entre el Vaticano y la delegación costarricense sobre la hora del encuentro.

Como es costumbre, el papa recibió al presidente en la Sala del Tronetto, adyacente a su biblioteca privada, y Solís le dijo "muchísimas gracias Santo Padre, muchas gracias por recibirme".

Al encontrarse, ambos se saludaron con un apretón de manos.

Debido al retraso con el que empezó la reunión y para agilizar su desarrollo, no se sentaron a dialogar en el escritorio del papa sino que directamente pasaron al fondo de la biblioteca para mantener la reunión a solas sentados cara a cara en dos sillones blancos.

Acto seguido se procedió a la presentación de la delegación costarricense y al intercambio de regalos.

Entre el personal que acompañaba a Solís se encontraban el ministro de Exteriores, Manuel González Sanz, el de Comercio Exterior, Alexander Mora.

También la compañera sentimental del presidente, Mercedes Peñas, la hija de ambos, Inés, de nueve años, y otra hija del matrimonio anterior, Mónica.

Durante la tradicional entrega de regalos, el presidente le donó un armadillo realizado por mujeres indígenas con jícaras.

También unas xilografías con motivos naturales y que, que como el presidente había explicado en un vídeo, representan "la vida campesina, en el bosque", con animales como tucanes o ardillas o árboles de plátano o guineo.

El papa le obsequió con un medallón de bronce en el que están representadas dos ramas de olivo que se unen y, al mostrárselo, le dijo "esto es lo que tenemos que hacer quienes tienen responsabilidad de Gobierno, unir".

"Cada uno manteniendo sus formas, pero uniendo", aclaró Bergoglio.

También le entregó sus tres volúmenes papales: la exhortación apostólica "Evengelii Gaudium" (La alegría en el Evangelio, 2013), la encíclica sobre naturaleza "Laudato Sí" (Alabado Seas, 2015) y su última exhortación "Amoris Laetitia" (La alegría en el amor, 2016).

Durante la presentación, el papa estuvo muy cariñoso con la niña pequeña e incluso la acompañó de la mano a la mesa en la que se exponían los regalos.

Al terminar el encuentro, Solís se dirigió al pontífice para invitarle al país y el papa dejó abierta esta posibilidad al responder "si, es posible".

El presidente por su parte respondió "sería una alegría para todos nosotros" y, tras despedir a Francisco, mantuvo una reunión con el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin.