Tras la conmoción inicial, los líderes europeos se han movilizado para afrontar el seísmo político por la decisión del Reino Unido de salir de la UE, con mensajes a favor de la unidad de los Veintisiete mezclados con peticiones de reformas.

La salida del Reino Unido de la UE es "dramática" y no se pueden predecir todas las consecuencias políticas, afirmó hoy el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en una declaración ante los medios en Bruselas, pero pidió no caer en reacciones histéricas y aseguró que los demás 27 socios están preparados y permanecerán unidos.

"Hoy, en nombre de los 27 líderes, puedo decir que estamos determinados a mantener nuestra unidad a 27. Para todos nosotros, la Unión es el marco para nuestro futuro común", destacó Tusk, quien también quiso dejar claro que "no habrá ningún vacío legal" ni para la UE ni para el Reino Unido.

Tusk hacia estas declaraciones justo antes de reunirse con los presidentes de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, el máximo responsable del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, y el primer ministro holandés, Mark Rutte, en su calidad de presidente de turno del Consejo de la UE.

A este encuentro excepcional de los dirigentes de las instituciones europeas le seguirá mañana un encuentro en Berlín de los ministros de Exteriores de los países fundadores de la UE: alemania, Francia, Italia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo.

También a Berlín se desplazará el lunes el presidente francés, Francois Hollande, para mantener un encuentro con la canciller alemana, Angela Merkel, previa a la cumbre de la UE, prevista el martes y el miércoles en Bruselas, en la que las autoridades europeas definirán la estrategia a seguir ante la salida de Reino Unido de la UE.

En este sentido, el presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, se mostró a favor de que el Reino Unido inicie sin demora los trámites para su retirada previstos en el artículo 50 del Tratado de la Unión, ya que la "incertidumbre" no es buena para ninguna de las dos partes, dijo.

La UE negociará ahora "seriamente" con el Reino Unido, que en un futuro será tratado como "tercer país", advirtió el presidente del PE, que celebrará una sesión plenaria extraordinaria este martes para abordar el escenario que se abre ahora después de que el 52% de los británicos haya votado salir de la UE.

Sin embargo, el primer ministro británico, David Cameron, dejó claro hoy en Londres que esas negociaciones tendrá que encabezarlas el nuevo líder conservador que deberá ser elegido el próximo mes de octubre, cuando se celebrará el congreso de su partido.

"Ahora que la decisión de salir (de Europa) ha sido tomada, necesitamos encontrar la mejor manera (de hacerlo)", señaló el "premier" que había defendido permanecer en la UE, y comunicó que su Gobierno se reunirá el próximo lunes.

En medio de la incertidumbre y las voces a favor de la unidad también se han empezado a oír los primeros mensajes que reclaman reformas en la UE.

"Los Veintisiete países que quedamos tenemos que encontrar fuerza necesaria para decir que las políticas fundamentales de la UE deben ser profundamente reformadas", afirmó el primer ministro eslovaco, Robert Fico, cuyo país asume la presidencia de turno de la UE el próximo 1 de julio.

"Muchísima gente que vive en Europa rechaza la política migratoria europea, y hay un gran descontento con las políticas económicas de la UE", aseguró Fico.

Parecido diagnostico hizo desde Budapest el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, para quien "Bruselas debe escuchar la voz de la gente" y abogó por "una UE fuerte, capaz de dar respuestas que la hacen más fuerte, como por ejemplo en relación con la migración".

Por una Europa "más humana y más justa" abogó, por su parte, hoy desde Roma el primer ministro italiano, Matteo Renzi.

"Debemos cambiar Europa para hacerla más humana y más justa. Pero Europa es nuestra casa, es nuestro futuro", dijo Renzi en un mensaje escrito en la red social de Twitter.

Y desde Copenhague, el primer ministro danés, Lars Løkke Rasmussen, pidió tomar "en serio" el "euroescepticismo" creciente en algunos países europeos.

Por su parte, el primer ministro belga, Charles Michel, pidió hoy a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE celebrar una reunión extraordinaria en julio, sin los británicos, con el fin de reafirmar su compromiso y establecer prioridades en el proyecto europeo.