El gabinete israelí de seguridad decidió mantener el bloqueo sobre el distrito cisjordano de Hebrón en respuesta a la escalada de violencia que vive la región en los últimos días, informó hoy la prensa local.

En una reunión de varias horas, y que se prolongó hasta bien entrada la madrugada, el gabinete resolvió continuar con el bloqueo de carreteras impuesto desde el pasado viernes en una región en la que viven 700.000 palestinos.

La medida respondía a la muerte ese mismo día de un rabino y padre de 10 hijos en un tiroteo en la carretera 60, que cruza el territorio ocupado de Cisjordania de norte a sur, en un ataque que causó heridas a la mujer de la víctima y a dos de sus hijos, ambos adolescentes.

Se trataba del cuarto ataque en menos de 48 horas, lo que llevó al Gobierno israelí y al Ejército a tomar medidas extraordinarias para tratar de frenar la escalada y arrestar a los autores, aún en paradero desconocido.

Además, en la reunión de emergencia se decidió cancelar los permisos de trabajo para entrar en Israel de los residentes del pueblo de Bani Naim, lugar de procedencia del palestino que mató a puñaladas en su casa en el asentamiento judío de Kiryat Arba a la adolescente de 13 años Halel Yafa Ariel, el pasado jueves.

Los ochos ministros de ese gabinete especial respaldaron la decisión anunciada por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de retener parte de los impuestos que recoge Israel para la Autoridad Nacional Palestina (ANP), en virtud de los Acuerdos de Oslo, para reducir el dinero que el Ejecutivo palestino da a las familias de presos, informó hoy la radio israelí.

También se anunció la construcción de 42 nuevas viviendas en el asentamiento de Kiryat Arba, aunque algunos medios locales aseguran que se trata de un plan antiguo que ya fue aprobado el año pasado y estaba congelado desde entonces.

Israel también instaura de nuevo la medida oficial de no devolver a las familias los cuerpos de los palestinos muertos en ataques a israelíes, que los palestinos consideran un castigo excesivo y cruel.

El diario Yediot Aharonot también recoge parte del plan presentado por el ministro de Educación, Naftalí Bennet, para frenar los ataques, y que incluiría el encarcelamiento o expulsión de las familias de los atacantes, la imposición de cercos totales sobre las poblaciones de origen de los mismos o el bloqueo de internet o la tecnología 3G en la zona de Hebrón para frenar lo que calificó de "terrorismo virtual".