El servicio de inteligencia de Indonesia vinculó hoy el ataque perpetrado por un terrorista suicida en una comisaría de Surakarta, en el centro de la isla de Java, con un simpatizante del grupo terrorista Estado Islámico (EI).

El atacante, identificado como Nur Rohman, logró acceder al recinto policial donde varios agentes se dirigían a una reunión matinal, pero al ser interceptado a las afueras un edificio optó por detonar el explosivo que cargaba causando su muerte e hiriendo a un oficial.

El director de la agencia gubernamental, Sutiyoso -quien como muchos indonesios no cuenta con apellido-, señaló a los medios que el atacante estaba entre los sospechosos de la Policía y reclamó la revisión de la ley antiterrorista.

"Las leyes actuales limitan la acción de la Policía y los servicios de inteligencia para realizar una intervención temprana sobre personas sospechosas de terrorismo y así evitar actos violentos", apuntilló Sutiyoso, según el portal de noticias Rappler.

El presidente de Indonesia, Joko Widodo, ordenó a las fuerzas de seguridad perseguir a las organizaciones terroristas que actúan en el país e hizo un llamamiento público a la calma durante una conferencia de prensa en Padang, en la isla de Sumatra.

"La violencia bajo cualquier pretexto no puede ser tolerada", declaró el mandatario.

En enero, un grupo de yihadistas del EI realizó un ataque con explosivos y armas de fuego en un céntrico barrio de Yakarta, capital del país, en el que murieron ocho personas, cuatro de ellas atacantes.

Expertos en seguridad creen que el grupo extremista musulmán intenta establecerse en Indonesia para declarar un "califato regional".

Las autoridades creen que unos 500 indonesios han viajado a Siria e Irak para unirse a las filas del Estado Islámico, de los cuales un centenar habrían regresado al país asiático.

Indonesia, donde los musulmanes representan el 88 por ciento de sus 250 millones de habitantes, ha sufrido varios ataques perpetrados por radicales islamistas, incluido el cometido en la turística isla de Bali en 2002, que causó 202 muertos.