David Cameron dejó de ser hoy el primer ministro británico al presentar formalmente su dimisión ante la reina Isabel II, que encargará esta tarde la formación de un nuevo Gobierno a la también conservadora Theresa May.

Cameron mantuvo una audiencia con la monarca británica en el palacio de Buckingham después de ofrecer su último discurso como primer ministro ante las puertas de Downing Street, residencia y despacho oficial del jefe del Gobierno británico.

El político "tory" anunció su intención de renunciar al cargo horas después de conocer la victoria del "brexit" en el referéndum del 23 de junio, a un año de haber logrado en las urnas un segundo mandato al frente del Gobierno por mayoría absoluta.

"Su majestad aceptó graciosamente" su renuncia, resaltó un comunicado del palacio, a donde Cameron acudió junto con su esposa, Samantha, y sus tres hijos -Nancy, Florence y Arthur-.

Poco antes, el primer ministro saliente, de 49 años, hizo un balance de sus seis años al frente del Gobierno en el que subrayó que deja el país con una economía, unas fuerzas armadas y un sistema de salud más sólidos que cuando llegó al poder, en 2010.

Expresó además su satisfacción por la reducción del déficit que ha registrado el país en ese periodo y se mostró orgulloso por la aprobación de la ley del matrimonio homosexual durante su mandato, y la contribución económica del Reino Unido a los países en vías de desarrollo.

Poco antes de que su sucesora reciba el encargo de formar un nuevo Ejecutivo, Cameron le deseó a May las mejores perspectivas para negociar con Bruselas la futura salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).

La inesperada victoria del "brexit" en las urnas precipitó la salida del Gobierno de Cameron, que había hecho campaña por la permanencia del país en el bloque comunitario.

Antes de abandonar el cargo, el jefe de Gobierno saliente mantuvo ayer su última reunión de gabinete y se sometió esta mañana a una sesión final de preguntas en la Cámara de los Comunes, donde recibió una sonora ovación.

En una cámara abarrotada, el político recibió las felicitaciones de varios diputados, incluida la del líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, que le expresó sus "buenos deseos" para él y su familia.