Australia resistirá a corto y medio plazo las consecuencias de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, según un informe revelado hoy por el jefe de la oficina del tesoro australiano, Scott Morrison.

No obstante, el país oceánico podría notar un impacto a largo plazo en función a los lazos que el Reino Unido mantenga con el bloque europeo y a medida que la nación saliente firme acuerdos comerciales con otras naciones.

"Australia ha demostrado ser resistente en el pasado a la volatilidad de los mercados financieros y se mantiene bien posicionada para gestionar la respuesta de los mercados económicos y financieros del brexit", según reza el informe encargado por el Ejecutivo australiano a la oficina del Tesoro.

El documento de 15 páginas citado por la agencia local AAP agrega que "el efecto en la actividad económica en Australia y en el sector financiero se prevé que será pequeño".

"Más allá del Reino Unido, los principales efectos negativos a corto plazo (del brexit) se sentirán en Europa" mientras que a nivel de la economía mundial serán "solo modestos", apunta el texto.

Los vínculos del sistema bancario australiano con los británicos han disminuido en los años recientes, por lo que las instituciones financieras han reducido la exposición al Reino Unido y a los bancos del país europeo.

"Los bancos han mejorado significativamente su resistencia tras la crisis (económica mundial) y tienen una posición más fuerte de capital y financiamiento", incidió el documento.