La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha condenado este miércoles el ataque que tuvo lugar este lunes contra un hospital civil de la ciudad de Quetta, la capital de Baluchistán, en el oeste de Pakistán, en el que murieron al menos 70 personas, entre ellas dos periodistas.

La directora general de UNESCO, Irina Bokova, ha subrayado que no existe ninguna "justificación" para "perpetrar actos de violencia contra civiles" y ha indicado que "la pérdida de estos profesionales de los medios de comunicación (...) socavan la capacidad de los ciudadanos para sostener un debate informado, que es la base de una buena gobernanza y diálogo".

El atentado comenzó con una explosión que alcanzó a las personas que acompañaban en ese momento al cadáver del presidente de la Asociación de Abogados de Baluchistán, Bilal Kasi, que murió por disparos de hombres armados.

El grupo Jamaat ur Ahrar, una facción escindida de los talibán que ha jurado lealtad a Estado Islámico, reivindicó la autoría del ataque. Jamaat ur Ahrar es el grupo terrorista que reivindicó el atentado que acabó con la vida de 72 personas en marzo de 2016 en un parque de la localidad de Lahore.

En el ataque murieron, entre otros, un cámara de ''Dawn News'', Mehmood Jan, y otro de Aaj TV, Shehzad Ahmed.

La UNESCO condena de forma regular la muerte de trabajadores y profesionales de los medios de comunicación en línea con la resolución 29, adoptada por los estados miembro de la agencia en 1997, bajo el título de ''Condena de violencia contra los periodistas''.