La ocupación de numerosas plazas emblemáticas de Turquía por masas ciudadanas que protestaban así contra el fallido golpe militar del 15 de julio pasado terminó en la madrugada de hoy con un discurso del presidente, Recep Tayyip Erdogan, quien anunció el fin de esta "misión democrática".

"Ahora ponemos una coma y daremos un descanso a esta misión por la democracia, pero nunca sacaremos esta misión del mundo de nuestros espíritus y nuestros corazones", dijo Erdogan en una ceremonia celebrada ante la puerta del palacio presidencial en Ankara.

Una enorme muchedumbre que ondeaba banderas turcas se había congregado ante el escenario jaleando al presidente, cuyo discurso fue transmitido, como ha sido habitual en las últimas semanas, a través de gigantescas pantallas instaladas en numerosas plazas de Turquía.

Esos espacios, entre ellos la emblemática plaza de Taksim en Estambul, han albergado desde el 16 de julio a miles de seguidores de Erdogan que han salido a la calle noche tras noche para "vigilar la democracia", tal y como les pidió el presidente en numerosas ocasiones.

Pese al reparto gratuito de bocadillos, agua, helados y té y al programa de música patriótica y discursos que animaba el espacio todas las noches hasta el alba, el entusiasmo en Taksim había decaído ya y apenas dos o tres mil personas ondeaban banderas en señal de aclamación al presidente.

Al terminar el acto de Ankara, iniciado con cánticos coránicos, Erdogan agradeció a los ciudadanos que hubiesen "escrito historia", saliendo "de la noche hasta la madrugada, sin discriminación alguna, sin pensamiento político alguno".