Un canadiense que se negó a proporcionar a las autoridades la contraseña de su teléfono móvil al llegar a Canadá procedente de la República Dominicana se declaró hoy culpable de obstrucción a la justicia.

Alain Philippon fue detenido en marzo de 2015 cuando, tras llegar a Canadá procedente de la República Dominicana, el servicio de agentes fronterizos detectó en su equipaje rastros de cocaína y el viajero se negó a proporcionar la contraseña de acceso a uno de los dos teléfonos móviles que llevaba, por lo que fue detenido.

Pero hoy Philippon cambió su postura y aceptó declararse culpable a cambio de pagar una multa de 500 dólares canadienses (385 dólares estadounidenses).

Los tribunales canadienses han determinado que la Policía no puede exigir la contraseña de aparatos electrónicos excepto en circunstancias especiales.