Las autoridades de Malasia dijeron hoy que ayudarán a las de Tailandia a identificar y capturar a los autores de la cadena de atentados que mató a 4 personas e hirió a 35, incluidos diez extranjeros, entre el 11 y el 12 de agosto.
El viceministro de Comunicaciones de Malasia, Jailani Johair, confirmó a la prensa durante un acto púbico que el primer ministro, Najib Razak, ha ordenado a los cuerpos de seguridad colaborar con los vecinos tailandeses, según el diario loca The Star.
Las bombas en Tailandia fueron detonadas con teléfonos móviles de la misma marca, Sambsung Hero E1200, que se vendieron en Malasia, como han descubierto los investigadores tailandeses al recobrar parte de los aparatos en algunos de los lugares de las explosiones.
El "cerebro" de los atentados es un ciudadano tailandés que empleó en la operación entre 10 y 20 personas, según el subdirector de la Policía de Tailandia, Pongsapat Pongchaoren.
Las versión oficial es que las bombas se colocaron por motivaciones políticas, acusación que hace referencia indirecta al ex primer ministro Thaksin Shinawatra y su partido, el Puea Thai (De los tailandeses), aunque estos han desmentido cualquier participación en los hechos.
Las autoridades han descartado la posibilidad de la intervención del frente separatista musulmán que lucha en el sur de Tailandia, pese a que "las bombas usadas en los ataques están relacionadas y son similares a aquellas usadas en los ataques de la insurgencia en las regiones del sur", según Suchart Theerasawat, asistente del jefe de la Policía Nacional.
Un total de catorce bombas estallaron en seis provincias de Tailandia los días 11 y 12 de agosto, y otras ocho fueron desactivada o detonadas bajo control, cinco de ellas durante el fin de semana.
Los atentados golpearon las provincias de Phang Nga, Surat Thani, Chumphon, Trang, Phuket y Prachuap Khiri Khan.
La Policía ha detenido hasta el momento a un tailandés de 32 años.
Tailandia se encuentra gobernada por una junta militar desde 2014 que celebrará el año próximo elecciones generales con una nueva Constitución, más restrictiva que la anterior, aprobada en referéndum el pasado día 7 de agosto.