Los programas electorales de Hillary Clinton y Donald Trump para las elecciones estadounidenses difieren en casi todo, pero coinciden en un aspecto crucial, replantear la política comercial con China, algo que podría provocar una caída en la demanda y los precios del crudo y de otras materias primas.

Esta es una de las conclusiones de un informe elaborado por el analista de XTB Javier Urones sobre el impacto económico de las elecciones del próximo 8 de noviembre, que aborda cuestiones como el mercado de divisas, el de materias primas o el de renta variable.

Las diferencias entre los programas de ambos son notorias en todos los campos, fiscalidad, política energética, o comercio exterior, y mientras Trump es percibido como un candidato de corte más liberal, Clinton aparece con un perfil más continuista del Gobierno de Barack Obama.

En líneas generales, señala Javier Urones, "una victoria de Clinton no está claro si será buena o mala, pero el triunfo de Trump es malo seguro".

Pero ambos "tienen un punto en común que les define", señala el analista, y es su replanteamiento de la política comercial frente a China.

La imposición de trabas al comercio con el gigante asiático provocaría un menor crecimiento del país, con la consiguiente caída de la demanda de materias primas y, muy en especial, de petróleo, lo que provocaría a su vez un descenso en los precios del crudo.

La postura algo más beligerante de Trump frente a China podría afectar además en mayor medida a la cotización del dólar y del yuan, ya que aunque las decisiones de política monetaria las toma la Reserva Federal (FED), con el magnate en Washington el organismo quizás adoptara una posición más "hawkish" (de halcón, en inglés), más agresiva.

Este cambio, explica Javier Urones, podría traducirse en un fortalecimiento del dólar estadounidense debido a una política monetaria más restrictiva, y también sumaría muchísima inestabilidad al yuan, que podría verse perjudicado.

Además, la intención de Trump de modificar la postura de Estados Unidos en el NAFTA (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) perjudicaría también a divisas como el peso mexicano y el dólar canadiense.

Por lo que respecta al impacto de las elecciones en la bolsa estadounidense, Urones recuerda que "la historia nos ha demostrado que, de media, un candidato demócrata suele generar mayores subidas en bolsa que uno republicano".

Desde 1945, el SP500 se ha revalorizado de media anualmente un 9,7 % bajo el mandato demócrata, frente a un 6,7 % de media cuando los republicanos han ostentado el poder.

Cuando Wall Street estornuda el mundo se enfría, dice el tópico, y lo cierto es que desde 1990, en todos los años en los que el SP500 ha cerrado con pérdidas, la bolsa europea y en concreto el DAX alemán y el IBEX 35, no ha logrado evitar los números rojos, indica Javier Urones.

Con la vista puesta en las empresas españolas, Grifols, Viscofán o Acerinox tienen a día de hoy gran parte de su cuenta de resultados en Estados Unidos, "por lo que un cambio regulatorio adverso podría tener un efecto negativo en su cotización", señala el informe.

Otras compañías, como Ferrovial, Santander o Iberdrola tienen también cerca de un 10 % de su cuenta de resultados en Estados Unidos.

Asimismo, una victoria republicana "muy probablemente tensionaría las relaciones de Estados Unidos con el resto de países americanos, generando inestabilidad en negocios de compañías que operen en estos mercados", y la alta exposición que tienen muchas empresas españolas a Latinoamérica, sobre todo, en Chile, Brasil o México, actuaría una vez más como catalizador negativo para la cotización de estas compañías.

Para algunas de las grandes empresas españolas del IBEX 35, con intereses "muy fuertes" en Latinoamérica, se plantea un escenario "muy complicado", apunta Urones.