hes de enfrentamientos raciales en la ciudad de Charlotte han provocado decenas de heridos entre manifestantes y policías y una persona en ''estado crítico''. La situación, que se ha ido descontrolando con el paso de las horas, ha llevado al gobernador del estado de Carolina del Norte, Pat McCrory, a declarar el Estado de Emergencia.

Las protestas comenzaron por la muerte de un afroamericano, Keith Lamont Scott a manos de un agente de la Policía en un aparcamiento mientras estaba "desarmado leyendo un libro esperando la salida de su hijo del colegio", según los testimonios de la familia. La Policía, no obstante, se defiende diciendo que el hombre estaba armado y que fue advertido varias veces antes de ser abatido.

La población exige que se publique la grabación de lo sucedido pero se necesita la autorización judicial al haber una investigación en marcha. "Puedo decirles que se incautó un arma", ha señalado Kerr Putney, jefe del departamento de Policía de Charlotte, según declaraciones recogidas por la cadena estadounidense CBS. "Puedo deciros que no encontramos ningún libro", ha añadido.

Lo cierto es ver el video y aclarar lo sucedido es lo único que pueda calmar los ánimos en Charlotte, si finalmente se demuestra cierta la hipótesis que mantiene la Policía. Hay que tener en cuenta que el 35% de la población de la ciudad es afroamericana y que este suceso se suma a otros en los que la actuación policial ha sido considerada discriminatoria e incluso brutal. Lo acaecido en Charlotte, la mayor ciudad de Carolina del Norte, tenía lugar pocas horas después de que se divulgara un video en el que la Policía de Oklahoma mata de un tiro a Terence Crutcher, otro hombre negro de 40 años completamente desarmado y con las manos en alto.

EL GOBERNADOR DE CHARLOTTE SOLICITA DESPLEGAR LA GUARDIA NACIONAL

La muerte a manos de la Policía de Scott en Charlotte y de Crutcher en Tulsa han generado una ola de protestas que han terminado en una batalla campal entre manifestantes y policías y con la declaración del Estado de Emergencia por parte del gobernador de Carolina del Norte.

La familia de Keith Lamont Scott, de 43 años, ha exigido responsabilidades y encabezado protestas que pretendían que fueran pacíficas pero que se han ido convirtiendo en violentas cuando los manifestantes cargaban contra los agentes que intentaban proteger un hotel de lujo en el centro de la ciudad. Varios agentes y manifestantes resultaban heridos durante la primera jornada de protestas en la noche del martes, pero la violencia ha ido creciendo con el paso de las horas. En la noche del miércoles, los manifestantes han bloqueado la autovía Interestatal 85, donde han robado cajas de camiones y han provocado varios incendios antes de que la Policía empleara granadas de humo para intentar dispersarles, según ha informado la filial de la cadena ABC en Charlotte La confusión es total y mientras esto se desarrollaba y los ánimos se iban calentando cada vez más, en Charlotte se sucedían los destrozos de mobiliario urbano y el robo en numerosos establecimientos, como demuestran las grabaciones que se han mostrado. El gobernador de Carolina del Norte ha comunicado la declaración del Estado de Emergencia en Charlotte a través de su cuenta oficial de Twitter. Ha ordenado que se inicien "esfuerzos para desplegar a la Guardia Nacional y la Policía de Tráfico para asistir a las fuerzas de seguridad locales en Charlotte". Los manifestantes denuncian la últimas actuaciones de la Policía contra la población negra. Se han gritado consignas como ''Black lives matter'' (las vidas de los negros importan) y "¡Manos arriba, no dispare!" mientras el pillaje y los destrozos de mobiliario urbano se iban sucediendo en distintos puntos de la ciudad. UN MANIFESTANTE EN ESTADO CRÍTICO El Ayuntamiento de Charlotte confirmaba en la noche del miércoles que la persona que fue alcanzada por un disparo durante las protestas, y que inicialmente se daba por muerta, está en ''estado crítico''. Previamente, la Policía de la ciudad había confirmado por error la muerte de una persona por un disparo. No obstante, "el civil que recibió una herida de bala durante las protestas está en estado crítico, con soporte vital. No ha muerto", ha indicado el Gobierno local a través de Twitter, que parece que se convierte en el medio de comunicación utilizado tanto por la Policía como por los políticos del Estado. Poco antes, ya habían asegurado que el disparo no procedía de la Policía, sino de otro manifestante. Algo que aún está por aclarar según los testimonios confusos de los testigos.